En la intervención, que se realizó durante la consulta pediátrica de rutina, el pediatra le preguntó al adolescente sobre el tabaquismo, le recomendó abandonarlo o mantener la abstinencia y lo derivó a una consejera joven para desarrollar una estrategia de cesación o abstinencia.
Las consejeras, que eran estudiantes universitarias de entre 21 y 25 años que habían fumado en la adolescencia y lograron abandonar la adicción, tuvieron una entrevista personal con cada chico y mantuvieron contacto telefónico.
El equipo dirigido por la doctora Lori Pbert, de la Escuela de Medicina de la University of Massachusetts, en Worcester, probó la efectividad del programa en 2.700 fumadores y no fumadores de entre 13 y 17 años de ocho clínicas pediátricas en el centro de Massachusetts.
Los resultados, publicados en la revista Pediatrics, indicaron que los no fumadores que participaron en el programa fueron significativamente más propensos que aquellos chicos que no participaron a mantenerse abstinentes a los seis y 12 meses de seguimiento.
Los fumadores que participaron en la intervención, comparados con los que no la recibieron, fueron más propensos a abandonar la adicción a los seis meses, pero no a los 12 meses del seguimiento.
Estos resultados son "alentadores si se tiene en cuenta el enorme desafío de reducir los niveles de iniciación tabáquica y aumentar la cesación entre los adolescentes", concluyó el equipo.
FUENTE: Pediatrics, abril del 2008
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