viernes, 4 de abril de 2008
2001: Odisea del Espacio., 40 años despues
Ayer se cumplieron 40 años del estreno de uno de los films más brillantes de todos los tiempos. Un 2 de abril de 1968, Stanley Kubrick le regalaba a la humanidad su 2001: Odisea del Espacio.
El guión de esta obra maestra fue concebido en base a un relato de Arthur C. Clarke, desparecido hace pocos días. El célebre escritor de ciencia ficción y Kubrick trabajaron juntos para darle forma al argumento.
2001 toca distintos temas de la ciencia ficción como son los viajes espaciales, las civilizaciones extraterrestres y la inteligencia artificial. Aunque va mucho más allá de ello y trata sobre aspectos existenciales de la humanidad.
El film se divide en cuatro actos. En cada uno de ellos, Kubrick describe una etapa distinta en la evolución del hombre. Surgen muchas interpretaciones de cada parte por la naturaleza críptica de la película en sí misma. El brillante director incluye mensajes tal vez difíciles de descifrar para el espectador común. Y seguramente esto se potencia en el último acto.
Constituyen parte de los recuerdos imborrables de esta película el segmento de los simios ante el inmenso monolito, el hueso girando en el aire, las naves flotando en el espacio, el ojo de la computadora HAL 9000 que mira amenazante y por supuesto, ese feto flotando en el espacio en ese final tan famoso como desconcertante.
A diferencia del cine que acostumbramos a ver y oír, en 2001, la banda sonora no cumple una función de acompañamiento. Es protagonista principal. El film cuenta con muy pocos diálogos y es la música la que ocupa su lugar en varios segmentos. Kubrick utilizó la introducción de Asi habló Zaratustra, poema sinfónico compuesto por Richard Strauss, y la fundió con las imágenes que brotaron de su mente. Desde entonces música e imágen se convirtieron en un solo ente. Algo similar ocurrió con el Danubio Azul de Johann Strauss, que para quien vio el film es imposible escucharlo sin imaginar un fondo negro espacial con naves flotando.
2001 sorprendió al mundo con sus efectos especiales, de una calidad técnica nunca vista hasta entonces. Por este motivo, fue galardonada por la Academia con un premio Oscar en ese rubro.
El estreno fue en 1968, un año antes de que el hombre llegara a la Luna. Hoy, podemos ver la película y sabemos que todo el avance tecnológico que se muestra es posible para el hombre actual. Sin embargo, por algún motivo, aún no lo hemos logrado. No hay una estación espacial funcional como la del film ni hay bases lunares. Será, tal vez, porque Kubrick fue demasiado optimista y pensó que a esta altura el hombre tendría superados algunos problemas que en realidad aún hoy sigue sin poder resolver.
Una obra maestra inigualable. Irrealizable en la actualidad. Hoy, ningún estudio cinematográfico le permitiría a un director filmar una película de ciencia ficción sin que nada explote y con muy pocos diálogos en 143 minutos de duración. Pero tampoco era muy común por el año '68. Kubrick se distinguió de los demás porque priorizó siempre el arte por encima del aprovechamiento comercial. Por eso 2001: Odisea del Espacio es arte puro y será inmortal por siempre y hasta más allá del infinito.
En el siguiente enlace, se explica el film. Ideal para aquellos que ya lo vieron y se quedaron con algunas inquietudes http://es.kubrick2001.com/
Texto de la nota gentileza de Tury
Via:http://masquepalabraselblog.blogspot.com/
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