domingo, 6 de abril de 2008

Inapetencia sexual y enzimas


Científicos del Instituto de Neurobiología (INB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lograron identificar en experimentos realizados en ratas que la falta de aromatasa, una enzima del cerebro, podría explicar la falta de apetito sexual.
Los investigadores, encabezados por el director del INB, Raúl Gerardo Paredes, observaron que las ratas que no copulan carecen de la enzima en una región del cerebro importante para la conducta procreativa conocida como el Área Preóptica Media (APM), indicó la UNAM en un comunicado.

Paredes, que realiza sus investigaciones en la ciudad de Juriquilla, en el estado mexicano de Querétaro, publicó su hallazgo en la revista Journal of Neuroendocrinology.

El científico explicó que entre el 1 y el 2 por ciento de las ratas carecen de la enzima y no muestran ningún deseo sexual, hasta el punto de que "algunos ejemplares pueden pasar toda su vida sin tener coitos".

"Uno de los aspectos a averiguar es qué produce esa deficiencia", señaló, e indicó que la falta de aromatasa se ha estudiado en otras especies.

Por ejemplo, un grupo de expertos en Estados Unidos descubrió que la falta de la enzima en carneros machos les produce orientación hacia otros de su mismo sexo.

Paredes, doctorado en Investigación Biomédica Básica del área de Neurociencias por el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM y postdoctorado en la Universidad de Boston, explicó que su equipo ya inició estudios preliminares para determinar si es posible revertir esos déficit de enzimas mediante algún producto que genere el apetito sexual.

Se trata de "una investigación básica que, eventualmente, algo podrá decir sobre lo que ocurre en los humanos", manifestó.

Los investigadores de la UNAM, la mayor universidad de Latinoamérica, lograron también determinar que muchas regiones cerebrales cercanas al Área Preóptica Media no son importantes en el control de la conducta sexual porque, al provocar lesiones en zonas grandes, "las ratas no dejan de copular", detalló.

En cambio, si éstas se realizan en el APM y destruyen neuronas o el núcleo completo, se produce una inhibición completa y permanente del deseo sexual "en monos, ratas, perros e, incluso, ranas y algunos peces".

Esta zona cerebral "forma parte de un sistema fundamental para procesar claves olfativas, conocidas como feromonas, sustancias volátiles que se transmiten entre individuos de una misma especie, para inducir acciones de reproducción o conducta materna", destaca la nota.

Para las investigaciones, paredes y su equipo utilizan diferentes modelos que incluyeron pruebas de conducta, de preferencia o de motivación sexual.

Via:http://www.hispamp3.com/

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