Unas buenas recomendaciones para empezar con buen pie el año.
Identifica los culpables.
Elimina obligaciones innecesarias.
Evitar aplazar las cosas para mañana.
Deshazte del desorden.
Anticípate para no ir siempre con prisas o llegando tarde.
Evita el querer controlarlo todo.
No hagas muchas cosas a la vez que te impidan estar enfocado.
Elimina las fuentes que “absorben tu energía”. Relacionado con el punto uno.
Evita la “gente difícil”.
Simplifica tu estilo de vida.
“Desprogramate” no es necesario tener programado cada minuto de tu vida.
¡Quieto, para!. Aprende a hacer las cosas más lentamente, a disfrutar de la comida, etcétera.
Ayuda a otros, suena contradictorio añadirte más tareas para reducir el estrés pero la sensación de bienestar reduce el estrés.
Relajate varias veces al día. Los pequeños tiempos muertos ayudan a trabajar mejor y a relajarte.
Deja tu trabajo. La más radical pero el trabajo es sin duda el mayor foco de estrés. Deja tu trabajo, automatiza tus fuentes de ingresos y busca algo que de verdad te guste.
Simplifica tu lista de tareas. Las listas de tareas pendientes demasiado largas estresan solamente por el hecho de ser largas…
Haz ejercicio. Simplemente funciona.
Come bien. Junto al punto anterior se puede decir que estar saludable es uno de los puntos más importantes para no tener estrés.
Se agradecido. Una actitud agradecida ayuda a pensar de forma positiva.
Ten un entorno “Zen”. Empezando por un escritorio limpio, ordenado y minimalista para continuar con el resto de la casa. Los sitios sobrecargados estresan (y yo añadiría que complican la tarea de buscar algo).
Aunque también existen algunas alternativas, esta es como caso extremo, por si fallan todas las demás, ya que su eficacia es algo más que discutible:
Tomado de: http://www.cosassencillas.com/
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