sábado, 12 de enero de 2008
Las 273 proteínas 'cómplices' del VIH
ISABEL F. LANTIGUA
MADRID.- Como si fuera un pintor minimalista, que emplea pocos colores en su paleta, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) requiere pocos componentes para debilitar el sistema inmune, pues lo consigue con sus nueve genes que codifican 15 proteínas. Sin embargo, para propagarse eficazmente por el organismo requiere de la ayuda de, al menos, 273 proteínas humanas, según acaba de descubrir un equipo de investigadores de Harvard (EEUU).
Gracias a la técnica conocida como interferencia de ARN, los científicos han conseguido elaborar la lista más completa hasta la fecha de las proteínas (o factores huésped) de las que se aprovecha el virus para diseminarse por el cuerpo humano. De las 273 que han descubierto que juegan un papel en la infección, sólo 36 se habían relacionado previamente con el virus del sida.
"Lo que nos proporciona este hallazgo es un conocimiento más profundo del mecanismo que el VIH emplea dentro de nuestras células durante su ciclo vital. El trabajo puede ser un primer paso importante que ayude a desarrollar fármacos que debiliten al virus de forma eficaz", afirma a elmundo.es Abraham Brass, del departamento de genética de la Universidad de Harvard y principal autor del estudio, que se publica en la revista 'Science'.
El cóctel de antirretrovirales que toman en la actualidad los pacientes seropositivos se dirigen todos a atacar al VIH. "Aunque estos fármacos están haciendo un buen trabajo y han logrado mantener a los pacientes con vida, el problema que tienen es la aparición de resistencias. Por eso decidimos hacer una aproximación diferente y centrarnos en las proteínas que necesita el virus, que pueden convertirse en nuevas dianas terapéuticas", declara Stephen Elledge, otro de los investigadores.
Las células inmunes del organismo, a las que ataca principalmente el VIH, contienen altas concentraciones de la mayor parte de estas proteínas, según apunta el estudio. "Hemos elaborado el primer genoma de las proteínas humanas requeridas por el VIH y estamos seguro de que nuestros resultados son buenos. No están todas las que son, pero sí que todas las que hemos reflejado intervienen en la propagación del virus", señala Brass.
Según este científico "la principal implicación de este trabajo es que abre la puerta a nuevas vías terapéuticas".
Una máquina de hipótesis
Abraham Brass destaca que a partir de este trabajo se va a fomentar la investigación, ya que "cada científico puede elaborar una hipótesis sobre cómo interactúa con el virus determinada proteína y, a partir de ahí, empezar a investigar".
"La nueva lista es como una máquina de generación de hipótesis", añade Elledge. "Los científicos pueden elegir de la lista las proteínas con las que estén más familiarizados y trabajar sobre ella y su relación con el VIH".
No obstante, a pesar de reconocer la importancia de este descubrimiento, los autores afirman que todavía queda mucho por averiguar sobre el mecanismo de actuación del virus del sida y, también, sobre el rol de cada proteína, algo en lo que van a seguir trabajando.
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