miércoles, 9 de enero de 2008

Sufres síndrome post-vacacional?


Cada vez es más habitual que las vacaciones anuales no se disfruten en sólo un período, por lo que, además de los escolares, estudiantes y profesores, son muchas las personas que tienen un periodo de vacaciones en Navidad.

En los últimos años estamos asistiendo a un nuevo fenómeno relacionado con el fin de las vacaciones y la vuelta al trabajo. Este fenómeno se describe como un malestar generalizado con síntomas físicos y psíquicos de distinta naturaleza, coincidiendo con los primeros días de trabajo, e implica una incapacidad de adaptación al trabajo después de las vacaciones. Hablamos del llamado síndrome o depresión post-vacacional. Por supuesto, este síndrome no es una enfermedad, sino un estado de ánimo temporal tras un cambio en la rutina de las vacaciones, por lo que su duración es breve.

Se produce por el cambio del estilo de vida de las vacaciones (descanso, relajación, comida, aire...) y el de casa (trabajo, niños, horarios, prisas, etc)

La principal causa es el desajuste horario, seguido del cambio en el ritmo de vida; cambio en las comidas, las que han sido muy copiosas en estas fechas y, sobre todo, en nuestra actividad relacional, cambiando la familia por, nuevamente, los compañeros de trabajo.

Consejos para evitarlo:

- Debemos conseguir que la relación con nuestros compañeros y jefes sea fluida, ya que el trabajo no es en sí mismo importante, sino la percepción que tenemos del mismo. Esto facilitará que nuestra reincorporación sea positiva.

- Ya en nuestro trabajo, debemos empezar de forma gradual, siendo conscientes y realistas de que nuestro rendimiento irá creciendo en función del paso de los días.

- Intentaremos evitar que el primer día de trabajo sea lunes. De esta forma podremos reducir el impacto psicológico, favorecido por empezar en una semana corta.

- Actitud positiva. Buscar el lado positivo del retorno al trabajo nos favorecerá a que este proceso, síndrome post-vacacional, no se alargue en exceso.

- No adelantemos acontecimientos. El estar pensando que aún quedan unos meses para tener vacaciones de nuevo no favorece una correcta adaptación, ya que implica una visión negativa del trabajo y un sufrimiento innecesario.

- Es conveniente aclimatarse de forma graduada: volver de las vacaciones dos o tres días antes de comenzar a trabajar. Acostarse los días previos en los horarios habituales y ser prudentes con las siestas.

- Ser consciente de que se trata de un malestar propio de los primeros días y no darle demasiada importancia.

- No tomar decisiones vitales sobre su futuro laboral en estos primeros días.

- Quizá sea un buen momento para probar técnicas de relajación como el yoga, la meditación o un buen masaje shiatsu.

Síntomas:

Insomnio, fatiga, cansancio, dificultad para concentrarse, pérdida de apetito, sudoración, sensación de ahogo, taquicardia o palpitaciones, nauseas, problemas estomacales, dolores musculares, irritabilidad, falta de interés y tristeza. Estos síntomas suelen desaparecer solosentre 2 y 10 días. Si pasado este tiempo continúan, es convenienteacudir al médico, ya que podemos estar ante un problema de distintanaturaleza:

Si la vuelta al trabajo supone un trastorno mental grave, ya no estamos hablando del síndrome post-vacacional sino de una alteración más importante que se conoce como el síndrome de burnout o de estar quemado. El problema, por tanto, no está en las vacaciones sino en el propio trabajo.

Fuente:Tu guía de psicología práctica
Carolina García

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