Humanoides

La foto tomada por el Spirit en la superficie de Marte con la figura de un humanoide ha generado una multitud de especulaciones. El supuesto marciano no está bailando cha cha chá, como advertía aquella vieja canción, ni se encuentra abduciendo a nadie. Más bien se encuentra sentado y contemplativo, como el pensador de un Rodin extraterrestre; o tal vez pudiera ser que el Spirit –indiscreto como todos los androides —lo sorprendió como al Tigre de Santa Julia, haciendo sus necesidades mientras le gritaba a su progenitora marciana el legendario: ¡Mamá, no hay papel!

La controvertida imagen me recordó las veces en que muchos humanos hemos sido tocados por la divinidad encontrando el rostro de la virgen o de Jesucristo en una nube, en una pared con salitre, en un pan tostado o en el fondo de una taza de café. Pero suponiendo que el humanoide fuera verdadero no debemos tomar su fotografía como un mensaje marciano hacia los terrícolas, el pobre más bien fue sorprendido por un robot paparazzi intergaláctico que lo agarrró como si fuera Britney Spears sin calzones.

Me queda claro que el humanoide jamás pretendió convertirse en noticia, no fue como René Núñez, el candidato perredista a la alcaldía de Los Cabos, allá en Baja California Sur que se filmó teniendo relaciones sexuales sin pensar en que sus enemigos políticos podrían utilizar su pornovideo en su contra. Esto fue diferente.
Si acaso hay vida en Marte, al pobre marciano se le va a juzgar severamente entre los suyos por andarse exhibiendo ante una raza famosa por su capacidad de exterminio y por su obsesión por esclavizar a todo aquel que le salga al paso. Y es que el marcianito, sin deberla ni temerla, expuso a los suyos a un peligro colosal. Recuerden que para los marcianos nosotros somos los extraterrestres y seguramente nos conocen como “Objetes Voladores no Identificados”.

Ahora, tampoco entiendo tanto escándalo por el humanoide marciano, en Puebla y en Oaxaca son gobernados por sendos humanoides y, como diría Jaime Maussan, “nadie hace na-da”. Los narcos, que también podríamos llamarlos humanoides nos descabezan día a día y se pasean de “coco-yoacán” hasta “Chapo-ltepec”, mientras los humanoides del gobierno federal aseguran tenerlo todo bajo control. Si nos apegamos a los hechos y no a las fotografías borrosas podría decir que los humanoides están entre nosotros y que el extraterrestre más peligroso es el que te sale al paso para robarte, para estafarte o para cortarte la cabeza.

Si en aquellos remotos tiempos en que los lobos eran la amenaza para los romanos se vieron orillados a proclamar: “homo homini lupus”, hoy que la amenaza viene claramente del espacio exterior podría decir que “homo homini ovni” u “homo hominidi humanoidi”, que podría traducirse como “El hombre es el marciano del hombre”.
Y es que también podría considerarse humanoide un presidente que asegura que le emociona ir contra corriente y que intenta ganar legitimidad a costa de muchas vidas y de una guerra que no se gana ni se pierde, sino todo lo contrario.

Humanoide es también el policía subsecretario que se declara amenazado de muerte para desviar la atención de los magros resultados y el alto costo de la guerra santa contra el narcotráfico y transformar como por arte de alquimia a la incompetencia en victimismo; humanoide es el necías que se siente Juárez encarnado además de presidente legítimo pero que, a la vez, exige un debate con el presidente al que desconoce luego de haberse negado a debatir con él, e incluso el más servil de sus esbirros, que se compara con Hidalgo y Morelos y que asegura no haber repartido cobijas a cambio de votos. Humanoide la maestra siniestra, el presidente velezolano, el conductor puteado, el secretario importado y el charrito envalentonado.
Tal vez incluso todo lo que un día fue humano hoy es humanoide. Y tal vez lo de Marte no es más que una formación rocosa.

Lástima mis queridos humanoides: sólo se trataba de una simple broma de la geología planetaria.

Por: Fernando Rivera Calderón: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=344481