viernes, 29 de febrero de 2008

Enferma incurable pide que la dejen morir 1


"Lo he combatido siete años, no quiero que este tumor tenga la última palabra. Ayúdenme a irme dignamente". Chantal Sébire tiene 52 años y tres hijos. Y un estesioneuroblastoma. Una enfermedad huérfana -sólo hay unos 200 casos registrados en el mundo-, concretamente un tumor evolutivo de los senos y la cavidad nasal que no deja ninguna esperanza ni a Sébire ni a sus médicos.

Después de desfigurarla, el tumor le ha quitado el gusto y el olfato, y ahora la profesora retirada acaba de volverse ciega.

Chantal ha hablado con los medios de comunicación y ha escrito al presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy.
Ya no aguanta el dolor -"es atroz y puede durar cuatro horas", confía a la agencia France Presse- y el sufrimiento. "No permitiríamos que un animal aguante lo que aguanto", dice.

La ley francesa no contempla el derecho a una muerte digna reivindicado por asociaciones de enfermos. En 2005, después de la emoción que suscitó un caso similar, se votó una ley para ampliar los derechos del paciente. Pero la norma excluye la eutanasia o la asistencia a un enfermo que desea morir.

El médico de Sébire no le va a recetar los medicamentos que le permitan despedirse sin dolor; no actuará contra la ley, aunque su conciencia le dice que debe "ayudar a morir a su paciente", según reconoció ante la televisión pública.

Chantal tampoco quiere suicidarse de manera violenta, considera que sería una derrota frente a su enfermedad.

Via:http://www.adn.es/mundo/

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