Una gran proporción de adolescentes estadounidenses sufre de una exposición precoz y regular a las películas violentas, según revela una encuesta reciente.
La encuesta sugiere que casi el trece por ciento del estimado de 22 millones de niños entre los diez y catorce años de edad del país ve escenas extremadamente gráficas de violencia en las películas, ya sea en teatros, en DVD o en la televisión.
"Hay abundante evidencia que respalda la idea de que cuando los niños ven medios violentos, se hacen más agresivos", observó el Dr. James D. Sargent, coautor del estudio y profesor del departamento de pediatría de la Facultad de medicina de la Dartmouth en Lebanon, Nuevo Hampshire. "Y sin embargo, para los niños es cada vez más fácil acceder a medios violentos. Para el sector de las películas, el mensaje es que el sistema de calificaciones de los 60 necesita actualizarse y hacerse más explícito y relevante para la manera en que las películas se distribuyen y ven hoy en día".
"Pero además, los padres tienen que ser mucho más cuidadosos sobre cómo consumen sus hijos medios violentos", añadió.
Los hallazgos de Sargent y sus colegas aparecen en la edición de agosto de la revista Pediatrics. Los adolescentes que recibieron una exposición particularmente alta a las películas violentas eran más propensos a tener un televisor en sus habitaciones y a indicar que sus padres les permitían ver películas de clasificación R.
El Dr. Christopher P. Lucas, director del programa de promoción de la salud y prevención del suicidio en adolescentes (STEPS, por su sigla en inglés) del Centro de estudios infantiles de la de la Universidad de Nueva York en esa ciudad, se mostró de acuerdo en que el acceso a filmes violentos de los adolescentes se ha ampliado de manera significativa en los últimos años. Sin embargo, disputó la idea de que la investigación hasta la fecha haya confirmado una relación sólida entre la exposición en la adolescencia a la violencia en el cine y la conducta aberrante.
"Lo que los investigadores dicen tiene mucha validez", afirmó. "Los niños definitivamente pueden acceder mucho más a este tipo de material violento. Y es algo potencialmente preocupante. Pero en realidad aún no hay evidencia sólida de que haya consecuencias negativas".
"Eso no quiere decir que no la haya", enfatizó Lucas. "Simplemente no hay estudios que hayan mostrado una relación directa con la conducta problemática ni cual es la conexión, de manera independiente de muchos otros factores. Por ejemplo, los niños que son más violentos en primer lugar tienden a sentirse más atraídos a material que es más violento. Entonces, ni siquiera la dirección de cualquier relación está clara".
La encuesta sugiere que casi el trece por ciento del estimado de 22 millones de niños entre los diez y catorce años de edad del país ve escenas extremadamente gráficas de violencia en las películas, ya sea en teatros, en DVD o en la televisión.
"Hay abundante evidencia que respalda la idea de que cuando los niños ven medios violentos, se hacen más agresivos", observó el Dr. James D. Sargent, coautor del estudio y profesor del departamento de pediatría de la Facultad de medicina de la Dartmouth en Lebanon, Nuevo Hampshire. "Y sin embargo, para los niños es cada vez más fácil acceder a medios violentos. Para el sector de las películas, el mensaje es que el sistema de calificaciones de los 60 necesita actualizarse y hacerse más explícito y relevante para la manera en que las películas se distribuyen y ven hoy en día".
"Pero además, los padres tienen que ser mucho más cuidadosos sobre cómo consumen sus hijos medios violentos", añadió.
Los hallazgos de Sargent y sus colegas aparecen en la edición de agosto de la revista Pediatrics. Los adolescentes que recibieron una exposición particularmente alta a las películas violentas eran más propensos a tener un televisor en sus habitaciones y a indicar que sus padres les permitían ver películas de clasificación R.
El Dr. Christopher P. Lucas, director del programa de promoción de la salud y prevención del suicidio en adolescentes (STEPS, por su sigla en inglés) del Centro de estudios infantiles de la de la Universidad de Nueva York en esa ciudad, se mostró de acuerdo en que el acceso a filmes violentos de los adolescentes se ha ampliado de manera significativa en los últimos años. Sin embargo, disputó la idea de que la investigación hasta la fecha haya confirmado una relación sólida entre la exposición en la adolescencia a la violencia en el cine y la conducta aberrante.
"Lo que los investigadores dicen tiene mucha validez", afirmó. "Los niños definitivamente pueden acceder mucho más a este tipo de material violento. Y es algo potencialmente preocupante. Pero en realidad aún no hay evidencia sólida de que haya consecuencias negativas".
"Eso no quiere decir que no la haya", enfatizó Lucas. "Simplemente no hay estudios que hayan mostrado una relación directa con la conducta problemática ni cual es la conexión, de manera independiente de muchos otros factores. Por ejemplo, los niños que son más violentos en primer lugar tienden a sentirse más atraídos a material que es más violento. Entonces, ni siquiera la dirección de cualquier relación está clara".
Via:HealthDay
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