domingo, 3 de agosto de 2008

Una niña enferma de Sida será la voz de 33 millones de infectados

Keren Dunaway González, una hondureña de 12 años que padece el VIH-Sida , se sentará este domingo con líderes mundiales y reputados científicos para hablar en nombre de los 33 millones de infectados en el mundo durante la XVII Conferencia Internacional sobre Sida en la Ciudad de México."Cuando nos llegó la invitación para participar en la conferencia, le preguntamos a Keren, le explicamos que habría mucha gente. Ella aceptó, pero aunque está acostumbrada a hablar en público, ahora que ha visto a tanta gente me confiesa que está un poco nerviosa", dice a la AFP su madre, Rosa.Luego de descansar por la mañana en su hotel, Keren se apareció sorpresivamente en la sala de prensa de una conferencia sobre Sida y mujeres que se realiza en la Ciudad de México y se se sentó ante una computadora y ávida se puso a revisar su correo."Sí, estoy un poco nerviosa. Cuando hable con toda esa gente, les voy a pedir que nos apoyen para luchar contra esta enfermedad, que nos den medicamentos porque son muy caros y que hagan más campañas para que los jóvenes no se infecten", comentó la adolescente a la AFP.Keren se declara "amante" de las computadoras, donde a diario revisa su correo, ve videos y saca letras de canciones porque su sueño, explica, es llegar a ser actriz y cantante, por lo que ya toma clases de actuación y música.Pero la vida de esta pequeña, que funge como editora de la revista Llavecitas, con 10 mil ejemplares mensuales dirigidos a niños enfermos de Sida en Honduras, no ha sido fácil, ha tenido que luchar en instancias internacionales para obtener sus medicamentos y ha tenido dos serias crisis en su salud."Hace tres años, estaba tan enferma que no la podíamos ni cargar de lo delgadita. Yo le dije: 'hija, ¿a quién quieres echarle la culpa de que estés en el hospital con tantos tubos?'. Yo tuve miedo cuando me dijo que sí, que iba a echarle la culpa a alguien. Pero me dio una lección de amor, me dijo: 'le echo la culpa al virus', añade la madre de la menor.Manejar el sentimiento de culpa que genera el contagio del virus del VIH-Sida ha requerido "un inmenso amor y compresión" en la familia González, añade Rosa al explicar que "mi esposo fue el que trajo el Sida a casa", se lo contagió a ella y a su vez su hija nació con el VIH."Mi esposo ya tiene muchas discapacidades, está ciego, en silla de ruedas, pero lo quiero, él es el hombre de la casa, él es el que nos mantiene. Mi hija una vez le preguntó cómo adquirió el Sida , y él tuvo que responderle, merecía esa respuesta. Ese sentimiento de culpa es permanente y sólo con mucho amor lo hemos manejado", añade.Rosa y su esposo son dos comprometidos activistas en la lucha contra el VIH-Sida en Honduras y aseguran que Keren se involucró "sin que nos diéramos cuenta y por decisión propia" en sus actividades, que combina con su vida normal de cualquier niña que va a la escuela, juega y tiene amigos."Keren va a las escuelas a dar pláticas, a conferencias y le dice a la gente que lo único que ella quiere es que la amen, que la respeten, que no la discriminen", dice su madre al describir a la menor como "una privilegiada" porque está rodeada de amor y tiene a sus padres, a diferencia de miles de niños con Sida que se encuentran prácticamente solos en el mundo.Durante una reunión sobre Sida en la que participaron primeras damas, expertas y funcionarias de América Latina y el Caribe, la esposa del presidente de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, rindió un homenaje a esta menor."Keren Dunaway, una niña adolescente que el VIH ha transformado en adulta antes de tiempo, ha sido mi ejemplo e inspiración, una líder, la líder más grande que considero yo haya conocido".

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