
"La inactividad física y los comportamientos sedentarios variaban ampliamente entre los diferentes grupos étnicos de los inmigrantes", escribieron Gopal Singh, de la Administración de servicios y recursos de salud del Department of Health and Human Services, y colegas. "Por ejemplo, el 22.5 por ciento de los niños inmigrantes hispanos era físicamente inactivo en comparación con el 9.5 por ciento de los niños nacidos en EE. UU. de padres estadounidenses".
El estudio también encontró que los niños inmigrantes eran más propensos a ser inactivos y menos propensos a participar en deportes que los nacidos en EE. UU. Sin embargo, los niños inmigrantes eran menos propensos a ver tres o más horas de televisión al día.
Dado los beneficios de salud de la actividad física, la inactividad física continuada y los menores niveles de actividad de los niños inmigrantes probablemente reduzcan su ventaja de salud en general respecto a las poblaciones nacidas en EE. UU. en la edad adulta, concluyeron los autores del estudio.Para reducir estas disparidades en la actividad física infantil, los programas de educación en salud diseñados para fomentar la actividad física deberían dirigirse no sólo a los niños de barrios y familias socialmente desaventajados sino también a los niños de familias inmigrantes.
El estudio aparece en la edición de agosto de Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.
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