Uno de los dos estudios sugiere que algunos de los tratamientos actuales contra las enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Crohn, estarían tomando un enfoque equivocado y generando daño en algunos pacientes. Las dos investigaciones, publicadas en Proceedings of the National Academy of Sciences, apuntan a corregir algunas de las cosas que funcionan mal y causan la diabetes tipo 1, que se genera cuando las células inmunes destruyen erróneamente las células pancreáticas que producen la insulina. La insulina es la hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre. La Federación Internacional de la Diabetes estima que 230 millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad y que alrededor del 10 por ciento de ellas tienen el tipo 1 de la condición. Los pacientes suelen ser diagnosticados en la juventud y deben controlar cuidadosamente los niveles de glucosa o azúcar en sangre, además de consumir insulina de por vida, dado que la enfermedad no tiene cura.
El equipo de la doctora Denise Faustman, del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, probó un medicamento genérico económico usado para prevenir la tuberculosis, llamado bacilo Calmette-Guerin o BCG. Faustman indicó que el BCG eleva temporalmente los niveles de una proteína del sistema inmune llamada factor de necrosis tumoral o TNF. Estudios previos demostraron que aumentar el TNF en ratones permite curar en ellos una dolencia similar a la diabetes humana."Si se trata de un ratón, contamos con un tratamiento. Pero el objetivo final son las personas", manifestó Faustman.
El equipo de Faustman demostró que las personas con diabetes tipo 1 tienen cierto número de células T anormales. Ellas atacan y destruyen los tejidos pancreáticos encargados de fabricar la insulina.
Los exámenes de sangre de 675 pacientes con diabetes y 512 personas saludables mostraron que los diabéticos tenían algunas células T CD8 "asesinas", que podrían ser eliminadas con TNF o BCG.
Los expertos añadieron que las células T "buenas" no fueron dañadas por el tratamiento.Un segundo equipo, del Centro Médico de la University of Texas en Dallas, tomó un camino distinto, al utilizar la hormona denominada leptina.
La leptina, descubierta en 1994, es generada por las células grasas pero las personas con diabetes tipo 1 suelen tener niveles anormalmente bajos de esta hormona. El equipo de Roger Unger empleó terapia genética para tratar a ratones con páncreas dañados que no producían insulina y estaban muriendo. Los expertos usaron un virus para transportar los genes que hicieron que los hígados produjeran enormes cantidades de leptina. "En dos semanas estaban completamente normales". "Esto fue totalmente inesperado", añadió. Unger cree que la leptina modifica la función de otra hormona llamada factor de crecimiento similar a la insulina 1 o IGF1, haciendo que actúe más como la insulina para regular los niveles de azúcar en sangre. Dado que el enfoque con terapia genética sería muy riesgoso en las personas, Unger planea inyectar leptina a ratones diabéticos para ver si funciona de la misma forma.
Via; medlineplus
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