MEXICO, D.F., 1 de septiembre (apro-cimac).- A partir del segundo semestre de 2007 y en lo que va de 2008, se han reportado cambios en el mapa de muerte materna en el país, afirmaron especialistas durante el seminario “Reducción de la mortalidad materna, intervenciones médicas y acciones sociales”, que se realizó en esta ciudad en julio pasado.El mapa registra ahora a dos estados del norte del país, que por lo general no formaban parte de las estadísticas de mortalidad materna: Baja California Sur, en tercer lugar nacional, y Chihuahua, en quinto. El séptimo lugar lo ocupa la Ciudad de México.En registros anteriores a 2007 se contemplaba con mayor presencia del problema de muerte materna en México estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla.Al respecto, uno de los ponentes en el seminario, el médico Luis Alcázar Álvarez, del Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del ISSSTE, afirmó que al ser la muerte materna multifactorial, en cada entidad federativa puede haber una disminución o incremento de casos.
Por ejemplo, explicó, en el Distrito Federal dos de las causas de muerte materna son la referencia (factor que tiene que ver con el trasporte y traslado para la atención del parto), pues en la ciudad le lleva alrededor de dos horas y hasta un día, a la paciente llegar al hospital o al centro de salud, debido a los problemas de espacio en los nosocomios.En segundo lugar está la falta de disponibilidad de plaquetas en bancos de sangre, en caso de hemorragia después del parto o durante el puerperio (los 40 días después de que la madre dio a luz).
Por su parte, el médico Ricardo Muñoz, del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, apuntó que en Baja California los decesos se han presentado por hemorragias y preclampsia y eclampsia, ante lo cual se están preparando una serie de talleres con el personal médico para prevenir estos desenlaces.
La lista de los 10 estados con mayores riesgos de muerte materna son: Guerrero, Oaxaca, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Yucatán, así como el Distrito Federal.
La Mortalidad Materna (MM) forma parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que firmaron 189 países en compromiso con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reducir estos fallecimientos en un 75 por ciento con relación a los casos reportados en 1990.Desde 1990 y hasta 2007, en México, según la Secretaría de Salud, disminuyó el riesgo de MM en un 23 por ciento. A pesar de ello, dijo Alcázar, “este es un ritmo difícil para alcanzar las metas propuestas para 2015”.Los dos médicos, que participaron en el seminario realizado en el marco de la LXXX reunión del Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgo en México, coincidieron en que la mortalidad materna es un problema de justicia social, pues en las entidades federativas con mayores índices de MM, 80 por ciento de los incidentes pudo haberse evitado, mientras que en Monterrey, Nuevo León, prácticamente no existieron sucesos de este tipo.En el mundo, la MM es un verdadero problema social, pues el 99 por ciento de las muertes maternas ocurrió en los países en desarrollo y de éstos 88 por ciento eran previsibles. Durante 2007, en nuestro país, las principales causas de MM fueron, en primer lugar, hemorragias en el embarazo, el parto o el puerperio; en segundo lugar la Preclampsia o la eclampsia (casos de presión arterial), y en tercer lugar casos obstétricos indirectos (mujeres con diabetes o lupus detectados con anterioridad al embarazo).Ante este panorama, el también representante del sector salud en la reunión, Ricardo Muñoz, dio a conocer que se han conformado Grupos de Revisión Inmediata de las defunciones por Muerte Materna en toda el país. Entre los integrantes figuran médicos generales, obstetras, pediatras y expertos en salud pública.
Por medio de copias de expedientes clínicos, se hace una vigilancia epidemiológica activa para realizar acciones preventivas y asegurar la calidad de servicio a las mujeres embarazadas.La estrategia, llamada “Eslabón por Eslabón”, con la que trabaja este grupo, consiste en la revisión de los expedientes de las mujeres fallecidas, donde analizan calidad del control perinatal; atención perinatal: estudios médicos y exploración general; referencia: trasporte y traslado para la atención del parto; manejo por parte de especialistas; atención durante el parto, y vigilancia del puerperio. Algunos de los resultados obtenidos hasta ahora, según reporta el sector salud, es que la primera falla y razón de la MM reside en la calidad de la revisión médica; le sigue la atención en el parto y la atención perinatal.Una adolescente de 13 años de edad, ejemplificó Muñoz con uno de los casos analizados, tuvo mientras duró su embarazo cuatro consultas, recibió dos dosis de vacuna antitetánica y su peso era de 58 kilos. Sin embargo, en el expediente queda sentado que nunca fue medida del vientre y el producto presentaba desnutrición, lo que significaba para la paciente una preclampsia severa.Posteriormente dio a luz a una niña que pesó un kilo con 120 gramos y la madre presentó muerte cerebral. Muñoz dijo que si se le hubiera atendido adecuadamente el parto hubiera sido prematuro, pero la mujer estaría viva.Además de la falta de atención, se destacó que las mujeres en mayor riesgo de MM se encuentran en las edades extremas de la vida reproductiva que son de 13 a 19 años y de 35 a 40, pero la mayor incidencia hoy se está concentrando en las mujeres jóvenes en la plenitud del ciclo reproductivo.Uno de los asuntos pendientes por resolver es la planificación familiar y la educación en la salud reproductiva, ya que con estas edades se demuestra el bajo nivel de cobertura de los métodos anticonceptivos, con el fin de evitar embarazos de alto riesgo, señalaron especialistas en el seminario.Entre otros aspectos por atender, se enfatizó, están la atención clínica del puerperio o los 40 días posteriores al parto, donde los médicos ya no acuden a revisar a las pacientes, y es cuando se presentan los estados críticos por hemorragia.Finalmente, se hizo un llamado de atención para renovar los planes de estudio de las y los nuevos médicos, ya que únicamente reciben capacitación para los partos durante un semestre.Cabe destacar que, ante esta detección de las causas de la MM, únicamente se les dan ciertos lineamientos a seguir al personal médico, Ricardo Muñoz aseguró que para tratar esta problemática “lleva tiempo hacer los cambios.”
Via: Proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario