La super-especialización es un fenómeno que actualmente caracteriza a las sociedades desarrolladas y en proceso de desarrollo. Vemos como el avance tecnológico y científico logra despertar el interés de miles de mentes que desean un desarrollo individual y social. Pero junto con esto, también ocurre un fenómeno interesante dentro de los distintos círculos profesionales, que debido a su insaciable deseo de especialización, apagan dentro de sí mismos la posibilidad de explorar áreas ajenas a su profesión que degenera en una especie de ignorancia intelectual. Hablemos de artes, hablemos de filosofía y política quizá. Son muy pocos los que no detienen al hombre sediento del conocimiento multidisciplinario y atienden específicamente a sus intereses profesionales; médicos que conocen muy poco sobre culturas extranjeras, pintores que no entienden un ápice de economía, o arquitectos que huyen de alguna charla de filosofía. El menosprecio por la cultura general y el desarrollo intelectual no les hará a menos profesionales o capaces de lo que pueden ser, sencillamente reduce el entorno de sus ideas y su ambiente disminuye, como se dice comúnmente: La burbuja intelectual se reduce. Obviamente la tendencia siempre será hacia invertir el tiempo suficiente en mejorar las habilidades del campo en el cual nos desenvolvemos y nos gusta, la profesión que alimenta a nuestras familias y nos da la herramienta para progresar en la vida, pero junto con ello, vale la pena recordar que la integridad de un ser humano y su calidad como persona puede verse enriquecida al alimentar aspectos que van más allá de una profesión, atender al arte, la música, la lectura, sin estar necesariamente presos en una rutina intelectual. En palabras sencillas, echar mano de todas las disciplinas posibles para enriquecer al hombre intelectual. En ocasiones me sorprende encontrar personajes de la historia que no sólo fueron médicos, pero también músicos, escritores y botánicos. Sencillamente considero que la capacidad del ser humano tiende a sobrepasar los propios límites de la mente, los intereses que pueden verse involucrados podrían convertirnos en una especie de seres capaces de comprender el entorno con más amplitud, y no por medio del cristal de nuestros propios intereses. En otras palabras: Ampliar nuestra burbuja intelectual. Para finalizar, hace poco tuve la oportunidad de conversar con un amigo que considero como a una de las personas más capaces en su área de trabajo y su profesión, y mientras conversábamos sobre el trabajo y los proyectos todo iba perfecto, me sentí enriquecido por sus conocimientos, sin embargo al llegar la ocasión de intentar establecer "otro" tipo de charla, un tanto trivial quizá, fue casi inútil e imposible encontrar un tema de interés o un punto sobre el cual opinar o conversar, un tanto incómodo, pero todo volvió a la normalidad cuando retomamos el tema del trabajo.No insinúo que debamos estar al día de toda disciplina que exista en las ramas del conocimiento, el arte y el estudio, pero un poco de cultura general [que por cierto la mayoría recibimos en el colegio o incluso la universidad] no caería mal para ampliar un poco nuestro campo de opinión y de intelecto. Que bello es ser un ser humano y tener la capacidad de ampliarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario