Según investigaciones que se acumulan, el amado perro de la familia es en realidad un bebé con hocico y cola. "Básicamente, los perros tienen capacidades de desarrollo equivalentes a las de un humano de dos años", aseguró el experto en perros Stanley Coren, quien presentará los desarrollos recientes en la investigación canina en la reunión anual de la Asociación Psicológica Estadounidense, en Toronto. El perro promedio puede aprender 165 palabras, aunque el "súper perro" Rico, un border collie, podía comprender doscientas palabras habladas. Los expertos creen que algunos perros pueden aprender hasta 250 palabras. Los perros pueden contar hasta cuatro o cinco, y también pueden corregir a alguien que no pueda sumar uno más uno. Un perro aparentemente aprendió a "leer". Coren comentó un caso de un canino que podía "entregar" el correo dirigido a dos niñas, una con un nombre corto y otra con un nombre largo. Aunque el dueño pensaba que el perro en realidad leía, resulta que el canino medía la longitud del nombre, no las letras individuales, lo que le permitía entregar el correo a la persona correcta. Las distintas razas de perro difieren en cuanto a la inteligencia, y los border collies encabezan la lista de inteligencia de trabajo (instintiva) y obediencia. Los siguientes seis perros más inteligentes son los poodles, los pastores alemanes, los golden retrievers, los dóbermans, los perros pastores de Shetland y los labradores. (El tercer tipo de inteligencia canina es la capacidad de adaptación o resolución de problemas). "Cuando hablamos de perro, hay dos puntos de vista extremos", apuntó Coren, profesor emérito de psicología de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver y autor de varios libros sobre perros que incluyen Cómo hablar canino y Cómo piensan los perros. "Algunas personas tienden a pensar que los perros son pequeños seres humanos peludos. El otro extremo es pensar en los perros como si fueran robots no pensantes pero que se pueden programar. Entonces, mi pequeño beagle sería una bolsa en forma de beagle, un equivalente biológico a transistores y engranajes. La verdad está en algún punto intermedio". Los científicos están notando cada vez más que los perros pueden pensar y resolver problemas de formas que antes se pensaban correspondían sólo a humanos y primates superiores. De hecho, un estudio también encontró que los perros equivalían a niños de 24 meses, al menos cuando se trata de averiguar dónde han escondido los humanos algo que les guste comer. Al igual que los niños de dos años, los perros pueden experimentar miedo, rabia, felicidad y asco (tal vez ante un humano que no pueda sumar), pero no culpa. Coren señaló que los humanos no sienten culpa hasta alrededor de los cuatro años. Eso no quiere decir que no pueden hacer que los humanos se sientan culpables. La expresión de desconsuelo de un perro cuando su humano sale de casa es probablemente genuina. "Los perros son animales grupales", explicó Coren. Parece que, de alguna manera, los perros pueden ponderar el significado de la palabra "perro". Según Coren, tienen una conciencia del ser, aunque no tan compleja como la de los humanos. También reconocen las diferencias entre seres, y se dan cuenta de los puntos de vista y talentos variables de los demás. Y, como se ha demostrado a través de los movimientos que hacen al dormir, sueñan. Los perros pueden planificar cómo llegar al sofá antes que uno, y cómo utilizar un pestillo u otros mecanismos sencillos. También pueden engañar a otros perros. Coren tiene un beagle (calificado séptimo en cuanto a inteligencia de obediencia) y un gato. El gato come en la encimera para que el beagle no lo moleste. Pero una vez, el beagle comenzó a arañar y a cavar en el suelo de la cocina. "Me sentí bastante confundido", recuerda Coren. "Continuó haciéndolo, y luego me miró. Finalmente, me coloqué en manos y rodillas, e inmediatamente saltó a mi espalda y luego a la encimera. Había decidido que su padre psicólogo podía usarse como escalera". "Esta presentación plantea y responde algunas preguntas muy profundas sobre si, y luego cómo, podrían pensar los perros", afirmó Bonnie Beaver, profesora del departamento de ciencias clínicas de animales pequeños del Colegio de medicina veterinaria y ciencias biomédicas de la Universidad de Texas A&M. "[Pero] siempre existe la posibilidad de que las generalizaciones no encajen exactamente con los datos, o que los datos originales hayan sido débiles. Se aconseja a los estudiosos serios de los perros que acudan a los estudios originales. Los amantes de los perros deben observar esto con interés, y dejar poco lugar para la duda".
Via:healthday
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