
El estudio de Lee incluyó a 712 estudiantes de sexto grado que participaban en el Estudio de atención en la niñez temprana y desarrollo juvenil del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. Los datos incluían información sobre las percepciones respecto a la victimización o las bromas por parte de los compañeros tanto de profesores como de los niños. También incluían medidas sobre la depresión, el optimismo, la popularidad y el respaldo social de los pares.
Según Lee, los investigadores encontraron que en realidad no había diferencias entre los niños más bajos y los más altos. El único factor en que los niños más bajitos puntuaron levemente más fue en el autorreporte de victimización por parte de los compañeros. Sin embargo, los profesores no indicaron diferencias en tal victimización.
Lee dijo que los profesores podrían no darse cuenta de algunas de las bromas, o que los niños tal vez se enfocan más en éstas. Además, los niños bajitos podrían sentirse como si les estuvieran molestando exclusivamente por su estatura. Sin embargo, la buena noticia es que incluso con el reporte de niveles ligeramente más altos en las bromas, los niños más bajos eran iguales de populares y tenían respaldo de sus pares, y no parecían deprimidos o menos optimistas debido a las burlas. La Dra. Jennifer Helmcamp, pediatra de Scott & White Healthcare en Temple, Texas, dijo que pensaba que el nuevo estudio "es un artículo muy útil para los padres. Muestra que incluso cuando reciben bromas, todos los niños puntúan más o menos lo mismo en cuanto a niveles de popularidad, aceptación de los pares y problemas conductuales".
Helmcamp explicó que hay tres tipos de estatura corta: familiar, constitucional y sistémica. La familiar es la estatura que se hereda de los padres. Si ambos padres son bajos, es probable que su hijo también lo sea. Constitucional es cuando los niños se desarrollan tarde, y tal vez no crezcan de forma significativa hasta finales del bachillerato. La sistémica es cuando hay motivos médicos para la estatura baja, y con frecuencia se puede tratar, aseguró.
"Si se tiene una estatura baja familiar o constitucional, se puede estar seguro de que los resultados sociales estarán dentro de la norma", aseguró Helmcamp.
Si le preocupa la estatura de su hijo, Helmcamp aconsejó discutirlo con el pediatra, quien puede informarle si el niño necesita una evaluación posterior o no.
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