lunes, 24 de noviembre de 2008

Células madre de la grasa permiten reconstruir con éxito la mama

El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha presentado hoy el primer implante en España de células madre derivadas de la grasa para reconstruir el pecho extirpado a causa un cáncer de mama. La técnica, que ya se había utilizado en el terreno de la cardiología, ha permitido operar con éxito hasta el momento a cinco mujeres. La iniciativa, que forma parte de un ensayo europeo en fase I con 40 pacientes con participación de Reino Unido, Italia y Bélgica, ha sido presentada por Rosa Pérez Cano, jefa del servicio de cirugía plástica y reparadora de este centro delante del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes; que ha sido abucheado a su salida por una treintena de sanitarios. Para llevar a cabo el implante, primero fue necesario extraer unos gramos de grasa del abdomen de las pacientes a través de una liposucción. Este material fue tratado en el laboratorio, gracias a una máquina cedida para la ocasión al hospital, para separar las células propias de la grasa (los adipocitos), células sanguíneas y suero de las mesenquimales, células madre adultas que tienen la capacidad de transformarse en diversos tejidos del organismo, especialmente en endotelio (de los vasos). La cantidad de grasa extraída en cada caso varió en función de la extensión de mama a reconstruir. El equipo de Pérez Cano se guió por un sencillo cálculo: para rellenar 90 centímetros cúbicos es necesario extraer unos 340 gramos de grasa, de donde se obtienen entre 28 y 30 millones de células madre mesenquimales. Finalmente, una vez purificadas y limpias estas últimas se inyectaron directamente en la mama. Tras la intervención, de apenas cinco horas, las pacientes volvieron a sus casas sin necesidad de un ingreso. Hasta dentro de un año no habrá resultados definitivos, "cuando podamos mostrar, esperemos, cómo estas células se han adaptado al medio y se han transfromado en vasos, en endotelio y en tejido mamario", ha epxlicado la cirujana plástica. Las mujeres, con una edad medio comprendida entre los 40 y 50 años, tenían un tumor de mama en estadios iniciales (sin metástasis ni ganglios afectados) que habían terminado el tratamiento con quimioterapia o radioterapia hace dos años. Ninguna de ellas tenía una mastectomía radical (extirpación completa del pecho), sino que habían sufrido otro tipo de cirugías más conservadoras, como la tumorectomía (extraer sólo el tumor) o cuadrantectomía (que consiste en quitar el cuadrante del pecho donde se encuentra la lesión). En los quirófanos de este mismo hospital, ya se había probado el mismo procedimiento para tratar a un hombre de 67 años, con angina de pecho y sus arterias coronarias dañadas. En aquella ocasión, las células mesenquimales se implantaron directamente en el corazón del paciente mediante un catéter para que se transformasen en músculo cardiaco y nuevos vasos sanguíneos. Este primer paciente forma parte de un ensayo más amplio que aún no ha concluido, con 36 participantes, de los que 21 ya han sido operados hasta la fecha y han mostrado mejorías. Otros dos fallecieron por causas no relacionadas con el tratamiento de células madre, según han explicado los participantes en la rueda de prensa. Hasta el momento, ningún ensayo con células madre en pacientes coronarios ha arrojado resultados concluyentes. La elección de las células madre para llevar a cabo este tipo de operación se debe a que pueden estar listas en apenas dos o tres horas, sin necesidad de cultivarlas durante semanas, como sí ocurre con otras células progenitoras. Además, el riesgo de que el paciente rechace el implante es prácticamente mínimo, debido a que se trata de su propio tejido. Precisamente, éste es uno de los factores que está llevando a buscar nuevas formas de reconstrucción mamaria para mujeres con cáncer, que permitan reemplazar algún día los implantes de silicona. En el Hospital Clínic de Barcelona, por ejemplo, están probando ya una técnica pionera para utilizar los adipocitos de la grasa obtenida mediante una liposucción (sin extraer en este caso las células madre), inyectarlos mediante pequeñas cánulas y hacer que estas células de la grasa reparen el tejido mamario extirpado a causa de un tumor; una técnica (llamada Coleman) muy habitual en los servicios de Cirugía Plástica. "Las células madre son el futuro de la medicina y de la cirugía plástica", ha explicado Pérez Cano. "Nos van a permitir reconstruir pabellones auditivos, incluso mamas completas", ha añadido esta especialista, al tiempo que ha manifestado el deseo de este hospital madrileño de crear en banco de células madre mesenquimales que facilite este tipo de ensayos e intervenciones. Otros hospitales, por su parte, optan por reconstruir el pecho con tejido obtenido del muslo. Una mezcla de piel, grasa, músculo, que se extirpa de la cara interna de la pierna y se coloca después en el lugar de la glándula mamaria; sin riesgo de infección y con un buen resultado estético a la vista y al tacto.
 
Via: elmundo.es
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