El acoso cibernético o cyberbullying se define como el hostigamiento entre personas a través de tecnologías interactivas; se ha convertido en una extensión del acoso escolar y hoy los jóvenes que son molestados en las escuelas también son intimidados vía Internet. Este fenómeno está creciendo rápidamente e incluso puede ser más recurrente y dañino que el acoso convencional en la clase o en el patio de la escuela. El perfil psicológico de las víctimas y victimarios es similar. Mientras las víctimas son inseguras y tienen baja autoestima producto de la sobreprotección de sus padres, los victimarios ocupan la figura del líder dentro de su grupo afectivo, sin embargo, su comportamiento puede ser reflejo de que alguna vez ellos fueron molestados.
Hasta hace poco, el acoso terminaba fuera de la escuela. Hoy con la aparición y el uso excesivo de las nuevas tecnologías no existen límites. La inmediatez, lo masivo y el anonimato de estos recursos, hacen posible que la situación de hostigamiento pueda durar todo el día y convertirse en un auténtico infierno para muchos jóvenes. Incluso existen sitios que son "espacio abierto" a los insultos, calumnias, difamaciones y chismes de toda índole. Algunos estudios vinculan al bullying el 50% de los suicidios en adolescentes, situación provocada principalmente por el desconocimiento que tienen los padres sobre lo que le sucede a sus hijos; algunas de las razones para no hacerlo es que los jóvenes no se atreven a hablar por miedo, incluso lo mantienen en secreto para evitar que les sea retirado el celular o la computadora. El cyberbullying tiene diferentes caras, algunas son: fotos truqueadas, la difusión anónima de rumores, las intimidaciones, las bromas crueles, envío de virus, entrar a las cuentas de correo o mensajero sin autorización y las golpizas filmadas que luego son subidas a la web o los mensajes de texto a través de celulares y correos electrónicos intimidatorios. Aunque incluso se llega a las amenazas de muerte. En algunos países se recurren a las diversas redes sociales (Facebook, My Space) para hostigar a cierto usuario, sin embargo, en México esta práctica se presenta con mayor frecuencia en mensajes de texto, llamadas telefónicas y en salas de chat, donde el acosador se aprovecha del anonimato para hacer mal uso de estas herramientas. El bullying ya se ha extendido más allá de las escuelas, ahora está en la red, y no sólo es exclusivo de los niños y jóvenes, también los adultos lo llegan a sufrir en sus lugares de trabajo. Y tú, ¿has sido victima de amenazas? ¿Te hackearon tu cuenta de correo y te inventaron chismes? ¿Conoces alguna institución a la que se pueda acudir?
Via:tva
No hay comentarios:
Publicar un comentario