El sistema permitiría tener en sólo unas horas réplicas exactas de huesos de la cara para reconstruir zonas que se han perdido por un accidente o enfermedad.
Se toma un poco de fosfato de calcio en polvo, se agrega agua destilada y un líquido solidificante. Se mezcla bien y se crean capas con la forma deseada hasta obtener una réplica del hueso que el paciente ha perdido. Esta es, a grandes rasgos, la receta con que científicos japoneses están creando huesos faciales con una precisión milimétrica. En un futuro cercano, estos implantes, conocidos como CT Bone, podrían reemplazar la necesidad de huesos de donante cadáver o el uso de materiales como la cerámica para hacer cirugía reconstructiva en personas que han perdido huesos de la cara. En hospitales nipones se están realizando ensayos clínicos de la técnica. El hueso se crea a partir de imágenes del paciente que se toman utilizando un equipo de tomografía computarizada. El material empleado es fosfato de calcio, el mismo del que están hechos los huesos 'reales'. Éste se licúa y a través de técnicas de diseño asistido por computador, los médicos van formando capas de 0,1 mm de espesor cuya forma puede variar hasta lograr la geometría y el grosor deseados. Esto se hace con un aparato que emplea la tecnología de las impresoras de inyección de tinta. El margen de error es de sólo 1 mm, un logro importante, considerando que muchos huesos faciales tienen formas complejas que es difícil tallar con precisión en huesos donados. La tecnología fue desarrollada por la empresa japonesa Next21m y es la misma que hoy se utiliza para hacer prototipos de productos industriales. "Pero esta es la primera vez en el mundo que se emplean materiales que pueden implantarse en el cuerpo humano", dijo a la AFP Chung Ung-il, profesor de bioingeniería de la Universidad de Tokio y miembro del equipo que desarrolló la técnica. Ésta se va a ensayar durante dos años en 10 hospitales japoneses, cubriendo a 70 pacientes. En un estudio previo se intervino a 10 adultos, con resultados favorables. El estudio contempla trabajar sólo con huesos de la cabeza, que a diferencia de los de extremidades, no deben soportar el peso del cuerpo. Los investigadores esperan que la técnica esté disponible dentro de tres a cuatro años. En teoría, un laboratorio en Japón podría crear en un par de horas huesos a la medida de una persona accidentada al otro lado del planeta. Hasta ahora se ha visto que, dependiendo de la extensión de los defectos, luego de uno o dos años los implantes son reemplazados por hueso natural, que se regenera donde está el CT Bone.
Alternativa para niños
El proceso de regeneración es semejante al que ocurre con los trasplantes de hueso de donante. En estos casos, "el hueso donado se emplea como una matriz ósea que es colonizada por los osteocitos (células de hueso) del individuo", dice el doctor Luis Guzmán, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital del Trabajador AChS, donde existe desde 1989 un Banco de Huesos. En estos casos, lo que se hace es tomar un segmento de una pieza que ha sido previamente analizada y tratada, en un proceso que puede durar meses. El hueso donante luego se esculpe o talla en un ambiente estéril y se deja listo para su implante en el cuerpo del paciente. Otra estrategia que hoy se emplea es el trasplante autólogo, que consiste en extraer un trozo de hueso del mismo paciente para reemplazar el que se ha perdido. "Por ejemplo, se puede tomar hueso de la pelvis o la cadera para reponer lo que se ha perdido en un dedo", dice el doctor Guzmán. Sin embargo, según el doctor Tsuyoshi Takato, cirujano ortopédico de la U. de Tokio, "casi la mitad (del hueso) se descarta en el proceso de hacer un implante que calce. Además, sería ideal poder reconstruir un hueso sin extraer una pieza de otra parte". El especialista destaca que el CT Bone podría incluso ser una alternativa para implantarse en niños, en quienes no se pueden hacer trasplantes autólogos. "Los implantes serían rápidamente reemplazados por su propio hueso, el cual crecería a medida que el niño se desarrolla". En paralelo, los investigadores analizan un nuevo material que permitiría reemplazar huesos de cráneo. Pero su gran apuesta es construir huesos a partir de células del paciente, lo que permitiría crear piezas de mayor tamaño.
Via: El mercurio
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