martes, 10 de junio de 2008

Técnica para 'rastrear' el sistema inmune


El afamado PET -o tomografía por emisión de positrones- es un experto buscando tejidos que no funcionan con normalidad. Sin embargo, muchos recovecos del organismo aún se encuentran fuera de su campo de visión. El sistema inmune era uno de ellos hasta que un grupo de expertos ha dado con una sustancia radiactiva que, una vez inyectada en el paciente, ilumina gran parte del proceso que siguen las defensas en el cuerpo humano.

"Este estudio -que aparece publicado en la revista 'Nature Medicine'- arroja luz sobre la inflamación y la respuesta inmunológica", explica a elmundo.es Jorge R. Barrio, uno de los autores y profesor de departamento de Farmacología Médica y Molecular de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El trabajo fue dirigido por Owen Witte y Caius Radu con la participación de otros científicos, entre los que se encuentra el químico Nagichettiar Satyamurthy, quienes emplearon un derivado de la citosina (FAC) como trazador al realizar el PET a una serie de ratones. Este compuesto se marcó para que tuviera las propiedades radiactivas necesarias para visualizar el interior del cuerpo humano.
Hasta ahora, el radiofármaco más generalizado en la práctica clínica es la FDG o fluordexiglucosa. Gracias a él los especialistas pueden ver dónde se metaboliza más o menos glucosa y, de esta forma, identificar las zonas en las que podría haber un tumor, ya que las células cancerosas consumen más glucosa.

Sin embargo, este trazador no es capaz de visualizar todos los trastornos y se hace necesaria la existencia de otros componentes con distinta actividad. "La FDG no es útil, por ejemplo, en el caso del cáncer de páncreas porque es un tumor que crece lentamente y no se nota ese incremento en el consumo de glucosa", aclara Antonio Maldonado, jefe de la Unidad de Imagen Molecular y PET-TAC del hospital Ruber Internacional de Madrid.

El principio activo del FAC es completamente distinto. Una vez inyectado en el organismo, permite visualizar la respuesta inflamatoria del organismo. "Se puede ver cómo proliferan las células T, fruto de la inflamación, y también cómo responde el cuerpo a la terapia inmunosupresora", declara Jorge R. Barrio.

Así queda reflejado en el trabajo recogido por la citada publicación norteamericana: "El FAC nos permitió visualizar los órganos linfoides y fue lo suficientemente sensible como para localizar la activación inmune [...] También detectó cambios en la masa linfoide [...] y posibilitó la evaluación de la terapia inmunosupresora".

Por lo tanto, a la vez que sirvió para iluminar el sistema inmune, el nuevo trazador ofreció una respuesta sobre la eficacia de los tratamientos en roedores. "Es fundamental poder retirar cuanto antes una terapia que no está funcionando. Y también lo es el poder tomar decisiones rápidas basadas en un diagnóstico temprano", subraya el experto de UCLA.

Como él mismo añade, los procesos inflamatorios son la base de las tres enfermedades que seguramente acabarán con nuestra vida: los trastornos neurodegenerativos, los cardiovasculares y el cáncer. "En todos ellos es fundamental realizar un diagnóstico lo antes posible y, así, poder actuar sobre ellos antes de que sea tarde".

Por otro lado, tal y como sostiene Antonio Maldonado, esta investigación pone sobre la mesa la importancia de poder contar con distintos radiofármacos: "No hay un trazador que identifique todos los tipos de tumores, por ejemplo. Por eso, en el futuro deberemos ir hacia una medicina personalizada que pase por seleccionar la sustancia concreta para el paciente. Cada una ofrece una distinta versión de las enfermedades".

De esta misma opinión es Barrio quien sostiene, además, que para que esto sea posible es necesario que los radiofármacos puedan aprobarse con más celeridad. "La parte regulatoria supone un gran obstáculo [...] Todo esto lo paga el público y es fundamental que revierta en él. ¿Qué sentido tiene que nos quedemos en la ratita?".

Via:http://www.elmundo.es/

No hay comentarios: