La carga emocional de los mortinatos y las muertes infantiles han llevado a uno de cada diez obstetras a considerar abandonar su práctica, según una encuesta del Sistema de salud de la Universidad de Michigan a 804 obstetras.
Alrededor de tres cuartos de los respondientes dijeron que los mortinatos y las muertes infantiles tenían un profundo efecto debido a sentimientos como la ansiedad, la culpabilidad y el estrés. Los hallazgos fueron publicados en la edición de julio de la revista Obstetrics & Gynecology."Sabemos que los mortinatos y la muerte infantil son eventos traumáticos para los padres, pero este estudio sugiere que también son traumáticos para el médico", señaló en un comunicado de prensa la Dra. Katherine Gold, autora del estudio, del departamento de medicina familiar, obstetricia y ginecología de la U-M.
Un obstetra estadounidense promedio que trabaja en 140 partos por año podría manejar a hasta dos docenas de mujeres con un aborto espontáneo y una a dos mujeres con un mortinato o muerte infantil, apuntaron los investigadores.
"Los obstetras quieren ver a un bebé sano. Cuando un feto o bebé muerte, la pérdida puede ser devastadora para el médico. La mitad de las veces, no se conoce la causa médica de un mortinato, pero los médicos pueden enfrentarse a sentimientos de remordimiento o culparse a sí mismos", advirtió Gold. "Cuando un feto o un bebé muere, nos enfocamos en las necesidades de las familias, pero con frecuencia los obstetras también luchan con sus propias emociones".
La encuesta también encontró que el 43 por ciento de los obstetras afirmó estar preocupado por acciones disciplinarias o legales debidas a muertes perinatales sin causa identificada. Los mortinatos son la segunda causa principal de demandas contra obstetras de los EE.UU.
Los hallazgos también sugirieron que una mejor capacitación podría ayudar a los obstetras. Los que afirmaron que habían recibido una capacitación adecuada en duelo eran menos propensos a informar haber considerado abandonar la práctica debido a la carga emocional de las muertes perinatales. Y los respondientes que consideraban que su capacitación era adecuada eran menos propensos a preocuparse sobre acciones disciplinarias o legales cuando se desconocía la causa de muerte.
Las dos terceras partes de los encuestados respaldaban la idea de capacitación mediante presentaciones formales o seminarios, y casi la mitad respaldaba reuniones informales para que los obstetras discutieran experiencias difíciles. Muchos afirmaron que una reunión con los padres en duelo sería un método de capacitación útil.
Alrededor de tres cuartos de los respondientes dijeron que los mortinatos y las muertes infantiles tenían un profundo efecto debido a sentimientos como la ansiedad, la culpabilidad y el estrés. Los hallazgos fueron publicados en la edición de julio de la revista Obstetrics & Gynecology."Sabemos que los mortinatos y la muerte infantil son eventos traumáticos para los padres, pero este estudio sugiere que también son traumáticos para el médico", señaló en un comunicado de prensa la Dra. Katherine Gold, autora del estudio, del departamento de medicina familiar, obstetricia y ginecología de la U-M.
Un obstetra estadounidense promedio que trabaja en 140 partos por año podría manejar a hasta dos docenas de mujeres con un aborto espontáneo y una a dos mujeres con un mortinato o muerte infantil, apuntaron los investigadores.
"Los obstetras quieren ver a un bebé sano. Cuando un feto o bebé muerte, la pérdida puede ser devastadora para el médico. La mitad de las veces, no se conoce la causa médica de un mortinato, pero los médicos pueden enfrentarse a sentimientos de remordimiento o culparse a sí mismos", advirtió Gold. "Cuando un feto o un bebé muere, nos enfocamos en las necesidades de las familias, pero con frecuencia los obstetras también luchan con sus propias emociones".
La encuesta también encontró que el 43 por ciento de los obstetras afirmó estar preocupado por acciones disciplinarias o legales debidas a muertes perinatales sin causa identificada. Los mortinatos son la segunda causa principal de demandas contra obstetras de los EE.UU.
Los hallazgos también sugirieron que una mejor capacitación podría ayudar a los obstetras. Los que afirmaron que habían recibido una capacitación adecuada en duelo eran menos propensos a informar haber considerado abandonar la práctica debido a la carga emocional de las muertes perinatales. Y los respondientes que consideraban que su capacitación era adecuada eran menos propensos a preocuparse sobre acciones disciplinarias o legales cuando se desconocía la causa de muerte.
Las dos terceras partes de los encuestados respaldaban la idea de capacitación mediante presentaciones formales o seminarios, y casi la mitad respaldaba reuniones informales para que los obstetras discutieran experiencias difíciles. Muchos afirmaron que una reunión con los padres en duelo sería un método de capacitación útil.
Artículo por HealthDay