Un grupo nacional de expertos recomienda que todos los recién nacidos sean examinados para la pérdida auditiva congénita.
"El examen de la pérdida auditiva debería formar parte de la evaluación de salud de cada recién nacido", enfatizó en un comunicado de prensa emitido por la Agency for Healthcare Research and Quality, Ned Calonge, presidente de la U.S. Preventive Services Task Force y también director médico del Departamento de salud pública y ambiental de Colorado. "Evaluar al bebé justo después de nacer permite detectar la pérdida auditiva en una etapa temprana y está relacionado con mejores resultados médicos para los que dan positivo a la prueba", dijo.
Los niños que nacen con discapacidad auditiva o que la desarrollan durante la infancia o a principios de la infancia pueden tener problemas de comunicación y habilidades sociales, problemas de conducta y mal rendimiento académico en comparación con los niños que tienen una audición normal. Mientras más temprano se detecte y trate el problema, mejores serán las probabilidades de que el niño obtenga resultados positivos posteriormente en la vida, como mejoras en las habilidades del lenguaje.
Debido a que la mitad de los niños con pérdida auditiva no tienen factores de riesgo conocidos, el grupo de trabajo aboga por una evaluación universal en lugar de una focalizada.
El grupo de trabajo, un panel independiente de expertos en prevención y atención primaria, expone las recomendaciones junto con un resumen de la evidencia que respalda su posición en la edición de julio de Pediatrics.
Hasta tres de cada mil bebés estadounidenses nacen con pérdida auditiva congénita; sin embargo, esta afección se evalúa con menos frecuencia que otros trastornos.
El grupo de trabajo recomienda la evaluación siguiendo un proceso de dos pasos: evaluar las respuestas del oído interno al sonido y las respuestas auditivas a nivel del tronco cerebral auditivo.
"El examen de la pérdida auditiva debería formar parte de la evaluación de salud de cada recién nacido", enfatizó en un comunicado de prensa emitido por la Agency for Healthcare Research and Quality, Ned Calonge, presidente de la U.S. Preventive Services Task Force y también director médico del Departamento de salud pública y ambiental de Colorado. "Evaluar al bebé justo después de nacer permite detectar la pérdida auditiva en una etapa temprana y está relacionado con mejores resultados médicos para los que dan positivo a la prueba", dijo.
Los niños que nacen con discapacidad auditiva o que la desarrollan durante la infancia o a principios de la infancia pueden tener problemas de comunicación y habilidades sociales, problemas de conducta y mal rendimiento académico en comparación con los niños que tienen una audición normal. Mientras más temprano se detecte y trate el problema, mejores serán las probabilidades de que el niño obtenga resultados positivos posteriormente en la vida, como mejoras en las habilidades del lenguaje.
Debido a que la mitad de los niños con pérdida auditiva no tienen factores de riesgo conocidos, el grupo de trabajo aboga por una evaluación universal en lugar de una focalizada.
El grupo de trabajo, un panel independiente de expertos en prevención y atención primaria, expone las recomendaciones junto con un resumen de la evidencia que respalda su posición en la edición de julio de Pediatrics.
Hasta tres de cada mil bebés estadounidenses nacen con pérdida auditiva congénita; sin embargo, esta afección se evalúa con menos frecuencia que otros trastornos.
El grupo de trabajo recomienda la evaluación siguiendo un proceso de dos pasos: evaluar las respuestas del oído interno al sonido y las respuestas auditivas a nivel del tronco cerebral auditivo.
Artículo por HealthDa
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