Con esta nueva terapia no farmacológica, los pacientes experimentan menos crisis, usan menos medicamentos y tienen menos síntomas
Según el Dr. Alfons Torrego, investigador de estudios con termoplastia y miembro de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "la termoplastia bronquial es una nueva opción terapéutica en desarrollo para aquellos pacientes en los que el asma no mejora a pesar de la medicación".
Los especialistas comentan que consiste en una intervención quirúrgica leve, que se realiza de forma ambulatoria con un broncoscopio flexible que se introduce por la nariz o la boca, y que genera energía térmica con radiofrecuencia para reducir las áreas del músculo liso en las vías aéreas. El procedimiento se completa en tres sesiones, que duran aproximadamente una hora, y entre las que se intercalan períodos de 3 semanas. Tras la intervención, que requiere anestesia local, el paciente regresa a su domicilio el mismo día. El Dr. Torrego apunta que "la parte de músculo liso que elimina la termoplastia no tiene consecuencias negativas y los pacientes asmáticos toleran bien el procedimiento". Asimismo, subraya que "la termoplastia bronquial es un innovador tratamiento terapéutico que ayuda a mejorar la calidad de vida de los asmáticos".
Según un artículo publicado en "The New England Journal of Medicine" en marzo de 2007 sobre el control del asma durante el año posterior a una termoplastia bronquial, en pacientes con asma moderada o grave este procedimiento se traduce en una mejoría en el control de asma. Los resultados del estudio muestran que la termoplastia bronquial reduce en un 50% el número de crisis asmáticas, disminuye en un 45% el uso de medicación, incrementa los días sin síntomas y mejora el control del asma, así como la calidad de vida de estos enfermos.
En el estudio se asignó el tratamiento de forma aleatoria a 112 pacientes de entre 18-65 años con un asma moderada o grave, que habían sido tratados con corticoides inhalados y agonistas beta 2 adrenérgicos de acción prolongada (B2AP), y en los que el control del asma había empeorado al suspender los B2AP, a someterse a una termoplastia bronquial, o bien a un grupo de control, que no recibía el procedimiento bronscocópico. El criterio principal de valoración fue la frecuencia de reagudizaciones leves, que se calculó durante tres periodos programados de dos semanas de abstinencia de los B2AP al cabo de 3, 6, y 12 meses. Se evaluaron también el flujo aéreo, la sensibilidad de la vía aérea, los síntomas del asma, el número de días sin síntomas, el uso de medicamentos en situaciones de crisis y las puntuaciones en el cuestionario sobre la calidad de vida con el asma (AQLQ) y el cuestionario sobre el control del asma (ACQ). El principal objetivo del estudio era examinar la eficacia y la seguridad de la termoplastia bronquial como tratamiento contra el asma.
Los resultados de la investigación muestran que la tasa media de reagudizaciones leves, en comparación con la situación basal se redujo en el grupo sometido a la termoplastia bronquial pero permaneció igual en el grupo control. A los 12 meses se observaron mejorías significativas mayores en el grupo sometido a la termoplastia bronquial que el en grupo control, en cuanto al flujo espiratorio máximo, en las puntuaciones del AQLQ y el ACQ, en el porcentaje de días sin síntomas, las puntuaciones de los síntomas, y además, los pacientes de este grupo, necesitaron un menor número de las inhalaciones de los medicamentos utilizados en situaciones de crisis.
Por otra parte, los resultados del estudio también resaltan que los valores de la sensibilidad de las vías aéreas y el volumen espiratorio máximo, en el primer segundo de la espirometría forzada, realizada en ambos grupos, no difiere significativamente entre el grupo sometido a la termoplastia bronquial y el grupo control. La aparición de acontecimientos adversos fue más frecuente en el grupo sometido a termoplastia bronquial que en el grupo de control inmediatamente después del tratamiento, pero fue similar durante el periodo comprendido entre las 6 semanas y los 12 meses posteriores al tratamiento.
El Dr. Plaza recuerda que "el asma es una de las enfermedades crónicas respiratorias más frecuentes, que causa casi 3 millones de visitas al médico y produce unas 200.000 hospitalizaciones al año en todo el mundo, y en España afecta entre el 3-5% de la población adulta y casi al 8% de la infantil". Asimismo, el Dr. Plaza, subraya que "el asma afecta a 300 millones de personas en todo el mundo, provoca unas 180.000 muertes cada año, y los principales factores que contribuyen a su morbimortalidad son un mal diagnóstico y un tratamiento inadecuado, por todo ello la termoplastia bronquial supone un gran avance para reducir los síntomas del asma y mejorar las calidad de vida de los asmáticos".
Según el Dr. Alfons Torrego, investigador de estudios con termoplastia y miembro de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "la termoplastia bronquial es una nueva opción terapéutica en desarrollo para aquellos pacientes en los que el asma no mejora a pesar de la medicación".
Los especialistas comentan que consiste en una intervención quirúrgica leve, que se realiza de forma ambulatoria con un broncoscopio flexible que se introduce por la nariz o la boca, y que genera energía térmica con radiofrecuencia para reducir las áreas del músculo liso en las vías aéreas. El procedimiento se completa en tres sesiones, que duran aproximadamente una hora, y entre las que se intercalan períodos de 3 semanas. Tras la intervención, que requiere anestesia local, el paciente regresa a su domicilio el mismo día. El Dr. Torrego apunta que "la parte de músculo liso que elimina la termoplastia no tiene consecuencias negativas y los pacientes asmáticos toleran bien el procedimiento". Asimismo, subraya que "la termoplastia bronquial es un innovador tratamiento terapéutico que ayuda a mejorar la calidad de vida de los asmáticos".
Según un artículo publicado en "The New England Journal of Medicine" en marzo de 2007 sobre el control del asma durante el año posterior a una termoplastia bronquial, en pacientes con asma moderada o grave este procedimiento se traduce en una mejoría en el control de asma. Los resultados del estudio muestran que la termoplastia bronquial reduce en un 50% el número de crisis asmáticas, disminuye en un 45% el uso de medicación, incrementa los días sin síntomas y mejora el control del asma, así como la calidad de vida de estos enfermos.
En el estudio se asignó el tratamiento de forma aleatoria a 112 pacientes de entre 18-65 años con un asma moderada o grave, que habían sido tratados con corticoides inhalados y agonistas beta 2 adrenérgicos de acción prolongada (B2AP), y en los que el control del asma había empeorado al suspender los B2AP, a someterse a una termoplastia bronquial, o bien a un grupo de control, que no recibía el procedimiento bronscocópico. El criterio principal de valoración fue la frecuencia de reagudizaciones leves, que se calculó durante tres periodos programados de dos semanas de abstinencia de los B2AP al cabo de 3, 6, y 12 meses. Se evaluaron también el flujo aéreo, la sensibilidad de la vía aérea, los síntomas del asma, el número de días sin síntomas, el uso de medicamentos en situaciones de crisis y las puntuaciones en el cuestionario sobre la calidad de vida con el asma (AQLQ) y el cuestionario sobre el control del asma (ACQ). El principal objetivo del estudio era examinar la eficacia y la seguridad de la termoplastia bronquial como tratamiento contra el asma.
Los resultados de la investigación muestran que la tasa media de reagudizaciones leves, en comparación con la situación basal se redujo en el grupo sometido a la termoplastia bronquial pero permaneció igual en el grupo control. A los 12 meses se observaron mejorías significativas mayores en el grupo sometido a la termoplastia bronquial que el en grupo control, en cuanto al flujo espiratorio máximo, en las puntuaciones del AQLQ y el ACQ, en el porcentaje de días sin síntomas, las puntuaciones de los síntomas, y además, los pacientes de este grupo, necesitaron un menor número de las inhalaciones de los medicamentos utilizados en situaciones de crisis.
Por otra parte, los resultados del estudio también resaltan que los valores de la sensibilidad de las vías aéreas y el volumen espiratorio máximo, en el primer segundo de la espirometría forzada, realizada en ambos grupos, no difiere significativamente entre el grupo sometido a la termoplastia bronquial y el grupo control. La aparición de acontecimientos adversos fue más frecuente en el grupo sometido a termoplastia bronquial que en el grupo de control inmediatamente después del tratamiento, pero fue similar durante el periodo comprendido entre las 6 semanas y los 12 meses posteriores al tratamiento.
El Dr. Plaza recuerda que "el asma es una de las enfermedades crónicas respiratorias más frecuentes, que causa casi 3 millones de visitas al médico y produce unas 200.000 hospitalizaciones al año en todo el mundo, y en España afecta entre el 3-5% de la población adulta y casi al 8% de la infantil". Asimismo, el Dr. Plaza, subraya que "el asma afecta a 300 millones de personas en todo el mundo, provoca unas 180.000 muertes cada año, y los principales factores que contribuyen a su morbimortalidad son un mal diagnóstico y un tratamiento inadecuado, por todo ello la termoplastia bronquial supone un gran avance para reducir los síntomas del asma y mejorar las calidad de vida de los asmáticos".
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