martes, 10 de marzo de 2009

Un invento para aprender a andar

Un biólogo patenta un aparato que evita posturas incómodas para padres e hijos «Cuando tengo una necesidad, intento resolverla». La necesidad de Antonio Vilar, un biólogo coruñés, era enseñar a andar a su hija sin que su espalda se resintiera. La solución que ideó es un aparato diseñado para que los bebés den sus primeros pasos de manera natural y anatómica y para que los padres eviten posturas incómodas. «Para enseñar a mi hija usaba el método de siempre de cogerla por las manos y agacharme, pero pensé: ''Si voy a estar así mes y medio, voy listo''. De repente se me ocurrió. Dibujé el andador y en una tarde lo fabriqué en plástico con unas ruedas que tenía por ahí zapateadas», explica Vilar. Así nació el Niniwalker, nombre con el que bautizó su idea en honor a su musa, su hija Inés, Nini . El aparato es la mar de sencillo: un bastón de aluminio con un manillar en su extremo superior para que el adulto lo agarre, una parte curva para que la cabeza del niño no choque con el tubo, un manillar en el medio para que el bebé se agarre y dos ruedas en la parte inferior. «Es una extensión del brazo del padre», explica su creador. «Lo que más me preocupaba era el veredicto de los pediatras», reconoce Vilar. Pasó la prueba: «Contacté con varios y, tras examinarlo, me dijeron que les parecía un buen invento». De hecho, él prefiere llamarlo preandador porque así lo denominó el doctor Ebrí, traumatólogo y uno de los mayores especialistas españoles en ortopedia infantil. «Según Ebrí, está aconsejado incluso para niños con retardo al andar o problemas psicomotores», dice Vilar.

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