miércoles, 23 de diciembre de 2009

Inteligencia social


Hoy en día así como la ciencia nos revela lo cruciales que son las relaciones nutritivas, las relaciones humanas parecen más y más bloqueadas. La corrosión social tiene muchos rostros. En 2003, los hogares unipersonales pasaron a ser el modo de vivir más comun en los EUA. Mientras que un tiempo las familias se reunían al final de cada día, ahora los hijos, los padres y los cónyuges se les hace cada vez más difícil pasar tiempo juntos. Bowling Alone, el aclamado análisis de Robert Putnam sobre el desgaste de la trama social norteamericana, habló de un declive del ¨capital social¨ en dos décadas. Una manera de medirlo en una sociedad es por la cantidad de reuniones públicas celebradas y de membresías en clubes. mientras en los setenta, 2/3 de los norteamericanos pertenecían a organizaciones que celebraban regularmente reuniones a las que frecuentemente estas personas asistían, esa cifra cayo a alrededor de un tercio en los noventa. Los clubes se han incrementado, desde apenas 8,000 en los cincuenta a más de 20,000 a fines de los noventa. Pero a diferencia de los antiguos clubes, con sus reuniones cara a cara y a la continuidad de una red social, estas nuevas organizaciones mantienen a las personas distanciadas. La membresía se otorga vía correo electronico y la actividad principal no es reunirse. Tambien hay algo desconocido en la manera en que los humanos en el mundo entero se conectan y desconectan conforme la tecnología ofrece nuevas formas de comunicación nominal en un verdadedero aislamiento. Todas estas tendencias indican la lenta desaparición de oportunidades para que las personas se relacionen. Esta inexorable invasión tecnológica se extiende de manera tan insidiosa que hasta el momento nadie a calculado sus costos sociales y emocionales.
Via:Libro de Daniel Goleman, Inteligencia Social.
Visto en:eolvera

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