sábado, 10 de mayo de 2008
Esteroides en meningitis
Aunque el tratamiento adyuvante con corticosteroides reduce la posibilidad de que los adultos con meningitis bacteriana mueran, no tiene el mismo efecto en los niños, indicó un nuevo estudio.
La meningitis bacteriana es una infección del tejido que recubre el cerebro y los corticosteroides reducen la inflamación.
Luego de que varios estudios demostraran una reducción de la mortalidad entre adultos con meningitis bacteriana tratados con corticosteroides, cada vez más médicos comenzaron a usarlos en niños "o nos preguntaban si deberían utilizarlos para tratar a chicos con sospecha de meningitis bacteriana", dijo el doctor Samir S. Shah, "Revisamos los datos pediátricos y no hallamos una respuesta clara", agregó el doctor Shah, de la Escuela de Medicina de la University of Pennsylvania y el Hospital de Niños de Filadelfia, explicó que existen dos preocupaciones principales sobre el uso de corticosteroides para tratar la meningitis bacteriana en pediatría.
1.-Al reducir la inflamación cerebral, explicó el investigador, los corticosteroides podrían alterar significativamente la capacidad de los antibióticos de cruzar la barrera sanguínea del cerebro para llegar al sitio de la infección, lo que elevaría las tasas de falla de los antibióticos.
2.- Los corticosteroides evitarían o enmascararían la fiebre, que es un signo precoz de fallo de los antibióticos.
El equipo dirigido por Shah realizó un estudio sobre 2.780 niños pequeños tratados por meningitis bacteriana en 27 hospitales pediátricos en Estados Unidos.
De ellos, 248 (el 8,9 por ciento) recibieron corticosteroides por vía intravenosa el primer día de hospitalización, según precisó el estudio publicado esta semana en Journal of the American Medical Association.
Las tasas de mortalidad en niños no tratados y tratados con corticosteroides fueron del 6 y del 4 por ciento, respectivamente, una diferencia estadísticamente insignificante.
En los adultos, los beneficios de la terapia con corticosteroides superan los riesgos, concluyó Shah. "En los niños, en cambio, eso no sucedería."
FUENTE: Journal of the American Medical Association, 7 de mayo del 2008
Reuters Health
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