A la lista de fármacos antiobesidad no paran de unirse posibles candidatos. El último es la liraglutida, un medicamento inicialmente desarrollado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, que ha demostrado una capacidad para producir pérdidas de peso en personas obesas. Según los resultados de un estudio preliminar, el fármaco podría ser más efectivo -en su dosis más alta- que el ya comercializado orlistat. La investigación, que aparece esta semana en la edición on line de 'The Lancet' y ha sido patrocinada por la compañía fabricante del producto -Novo Nordisk-, comparó los resultados del fármaco (en dosis inyectables de 1.2 mg, 1,8 mg, 2,4 mg y 3 mg) con los de un placebo y el citado medicamento antiobesidad oral en una muestra de 564 personas no diabéticas procedentes de 19 puntos de Europa. Además de la terapia farmacológica, todos los participantes siguieron una baja dieta en calorías y un programa de ejercicios durante las 20 semanas que duró el análisis.
Los resultados fueron alentadores para la liraglutida, ya que los pacientes en tratamiento con este fármaco -sobre todo a altas dosis- consiguieron mayores pérdidas de peso que el resto. Estos enfermos consiguieron reducir entre 4,8 y 7,2 kilos (el rango dependía de la cantidad de producto ingerida), mientras que quienes siguieron la terapia con orlistat perdieron 4,1 kilos. Por su parte, los participantes que recibieron placebo redujeron su peso en 2,8 kilos.
Los resultados fueron alentadores para la liraglutida, ya que los pacientes en tratamiento con este fármaco -sobre todo a altas dosis- consiguieron mayores pérdidas de peso que el resto. Estos enfermos consiguieron reducir entre 4,8 y 7,2 kilos (el rango dependía de la cantidad de producto ingerida), mientras que quienes siguieron la terapia con orlistat perdieron 4,1 kilos. Por su parte, los participantes que recibieron placebo redujeron su peso en 2,8 kilos.
En su trabajo, los investigadores, destacan la efectividad de la dosis más alta del medicamento. "El 76% de los individuos tratados con liraglutida 3 mg perdió más de un 5% de peso, y casi el 30% logró reducciones del 10% después de las 20 semanas de tratamiento", recuerdan los autores, dirigidos por Arne Astrup, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Para Felipe Casanueva, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) y catedrático de endocrinología de la Universidad de Santiago de Compostela, "esta reducción de peso es tremenda. Si un paciente pierde el 5% de su peso se reduce drásticamente su riesgo cardiovascular. Nuestro objetivo no es que el paciente consiga tener los mismos kilos que cuando era joven sino perder la cantidad necesaria para disminuir ese riesgo". En este estudio, se observó además que los beneficios antiobesidad del fármaco también se acompañaron de reducciones en la tensión arterial, la circunferencia abdominal y la frecuencia de problemas como la prediabetes. Sin embargo, los efectos secundarios fueron mucho más comunes entre los pacientes en tratamiento con liraglutida. Las náuseas y los vómitos fueron los problemas más frecuentes, aunque en la mayoría de los casos, se presentaron de forma transitoria. Aunque contentos por los resultados de su trabajo, los investigadores reconocen que son necesarios estudios clínicos a largo plazo que analicen a fondo los efectos de la liraglutida sobre el peso, los factores de riesgo cardiovascular, además de su posible papel en la prevención de la diabetes.
Para Felipe Casanueva, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) y catedrático de endocrinología de la Universidad de Santiago de Compostela, "esta reducción de peso es tremenda. Si un paciente pierde el 5% de su peso se reduce drásticamente su riesgo cardiovascular. Nuestro objetivo no es que el paciente consiga tener los mismos kilos que cuando era joven sino perder la cantidad necesaria para disminuir ese riesgo". En este estudio, se observó además que los beneficios antiobesidad del fármaco también se acompañaron de reducciones en la tensión arterial, la circunferencia abdominal y la frecuencia de problemas como la prediabetes. Sin embargo, los efectos secundarios fueron mucho más comunes entre los pacientes en tratamiento con liraglutida. Las náuseas y los vómitos fueron los problemas más frecuentes, aunque en la mayoría de los casos, se presentaron de forma transitoria. Aunque contentos por los resultados de su trabajo, los investigadores reconocen que son necesarios estudios clínicos a largo plazo que analicen a fondo los efectos de la liraglutida sobre el peso, los factores de riesgo cardiovascular, además de su posible papel en la prevención de la diabetes.
Via:elmundo
1 comentario:
Buenas tardes
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