El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte. Tristemente, es una de las enfermedades oncológicas que con mayor facilidad se podría prevenir. Aunque existen varios factores que pueden desarrollarlo, como la exposición al asbesto y la contaminación, el tabaquismo es la causa de alrededor del 90 por ciento de los casos de cáncer pulmonar. Los países desarrollados como Estados Unidos y algunos europeos enfrentan el aumento de casos de cáncer de pulmón en mujeres, debido a que el tabaquismo se ha convertido en un hábito que se practica desde edades más tempranas y, aunque en la actualidad tal situación aún no se presenta en México, la tendencia está en aumento. Desafortunadamente, el cáncer de pulmón se diagnostica en el 70 y 80 por ciento en etapas avanzadas en el mismo pulmón y otras veces cuando se ha propagado a otros órganos como el hígado, huesos o el cerebro. El cáncer de pulmón es el más mortal de todos. Es la principal causa de muerte por cáncer en los hombres y la segunda entre las mujeres. Anualmente mueren alrededor de 975 mil y 376 mil mujeres, según la Sociedad Estadunidense del Cáncer.
¿Cómo detectarlo?
Los síntomas se esconden porque generalmente son pacientes fumadores que frecuentemente presentan tos crónica, bronquitis y enfisemas, pero cuando aparecen signos como dificultad para respirar, que hacen necesario el uso de oxígeno, quiere decir que el cáncer se encuentra en etapa avanzada. La aparición de un tumor provoca que se comprima el bronquio y causa tos con flemas y sangre, dificultad para respirar y dolor, dependiendo de la localización del cáncer. En cuanto a los casos que se detectan tempranamente cuando el tumor es pequeño y aún no se ha ido al otro pulmón, el tratamiento es la cirugía, que consiste en quitar el tumor, un lóbulo o incluso todo el pulmón y aunque las posibilidades de curación existen, no son tal altas, sin embargo, se dan tratamientos complementarios después de la cirugía con quimioterapia que aumentan la posibilidad de curación. En las etapas más avanzadas, el tratamiento idóneo es la combinación de quimioterapia más radioterapia, en donde se ha logrado mejorar la vida y prolongarla sin enfermedad. Los tratamientos biológicos, como Gefitinib de AstraZeneca, uno de los fármacos novedosos, atacan los blancos moleculares, inhibiendo la producción de las células malignas sin dañar las normales, lo que los hace ser más tolerables al organismo. Una de sus ventajas es que es un medicamento tomado que lo hace accesible y cómodo para el paciente. En este contexto, los resultados del Estudio INTEREST Fase III, publicados hace poco en The Lancet, demuestran que los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas avanzado, que antes recibieron quimioterapia con base en platino y a quienes se les recetó el medicamento oral Gefitinib, tuvieron una supervivencia equivalente (no inferior) a aquellos tratados con quimioterapia intravenosa (docetaxel). Sin embargo, el Gefitinib tuvo un perfil de tolerancia más favorable que el Docetaxel y significativamente más pacientes tratados con Gefitinib tuvieron una mejoría en su calidad de vida. Es decir, causa menos efectos secundarios y puede ser una mejor opción para los pacientes que no consiguen buenos resultados con la primera ronda de quimioterapia.
Via:oem
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