El SMLS consiste en la muerte repentina e inexplicable de los bebés que tienen menos de un año de vida, de acuerdo con la información de fondo del estudio. Aunque la tasa de SMLS se ha reducido en Estados Unidos, en gran medida como resultado de la campaña nacional Back-to-Sleep (Dormir boca arriba), que anima a los padres a acostar a sus bebés boca arriba. Aún así, uno de cada dos mil bebés estadounidenses mueren a causa del SMLS.
Los investigadores sospechan desde hace tiempo que la deficiencia de serotonina, un neurotransmisor importante en el cerebro, podría ser un factor clave en las muertes por síndrome de muerte súbita del lactante. Los neurotransmisores son compuestos químicos que transmiten mensajes de una célula cerebral a otra. Los expertos plantean que la falta de serotonina afecta la forma en que un bebé responde a la pérdida de oxígeno y a la acumulación de dióxido de carbono mientras duerme. En los bebés que tienen un sistema que funciona de forma normal, la falta de oxígeno hace que se despierten y volteen la cabeza para obtener oxígeno fresco.
En los bebés que mueren por SMLS, este mecanismo protector importante está subdesarrollado o ausente, así que no despiertan. Ésta quizá sea una de las razones por las que la campaña Back-to-Sleep ha reducido la incidencia de SMLS con tanto éxito. Al colocar a los bebés boca arriba y al retirar la ropa de cama suave y con pelusa de la cuna, los padres eliminan agentes estresantes del ambiente que podrían contribuir al SMLS, señalaron los investigadores.
En el estudio actual, Kinney y sus colegas midieron los niveles de serotonina y de triptófano hidroxilasa (TPH2) en 35 bebés que murieron por SMLS y en 12 bebés que murieron por otras causas conocidas. La TPH2 es una enzima que ayuda en la producción de serotonina. En el grupo de bebés que fallecieron por otras causas, los investigadores incluyeron a los niños que habían tenido experiencia de privación de oxígeno cercana a la muerte para descartar ese factor como causa de los bajos niveles de serotonina.
Hallaron que los niveles de serotonina y TPH2 eran 26 por ciento y 22 por ciento más bajos respectivamente en los bebés que murieron por SMLS, en comparación con los que fallecieron por otras causas.
"Este estudio se aproxima al mecanismo subyacente", aseguró el Dr. Raymond Pitetti, director asociado de medicina de emergencia del Hospital Infantil de Pittsburgh.
"El objetivo es desarrollar pruebas de detección que permitan identificar a los bebés que podrían necesitar un monitor o una vigilancia más estrecha", destacó.
Por lo pronto, tanto él como Kinney recomiendan a los padres que sigan acostando a sus bebés boca arriba, que eviten la ropa de cama suave y que se aseguren de que la habitación del bebé cuenta con una ventilación adecuada y que instalen quizá un abanico en la habitación. Algunas investigaciones sugieren que acostar a los bebés con un chupete en la boca también podría ayudar a evitar el SMLS.
"El aspecto más importante que deben saber los padres es que el SMLS es un problema biológico. Es un proceso de la enfermedad, y en estos momentos, no disponemos de ningún método que nos permita detectarla por anticipado", señaló Kinney. Por tal razón, es importante eliminar cualquier desafío del ambiente, tales como la ropa de cama suave y acostar al niño boca abajo.
Via: JAMA
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