John Winston Lennon nació en Liverpool, Reino Unido, el 9 de octubre de 1940, durante un bombardeo aéreo nazi. De ahí que, en un gesto de patriotismo, sus padres le impusieran como segundo nombre el del Primer Ministro británico en ese momento, Winston Churchill. Su padre, Alfred Lennon, abandonó a su mujer, Julia Stanley, y a su hijo recién nacido, enrolándose en un mercante con destino a Estados Unidos para evitar ser movilizado por el ejército británico y enviado a la guerra.
Tras cumplir John los cinco años sin que su padre diese señales de vida, su madre volvió a casarse con un hombre que no deseaba criar a un hijo del anterior matrimonio de su esposa, por lo que Julia dejó a John al cuidado de su hermana Mimi y del marido de ésta, George Smith, de quien John recordaría que le enseñó a resolver crucigramas y le compró una armónica. No obstante, Julia no abandonó nunca a su hijo, a quien visitaba frecuentemente en casa de la “tía Mimi”, y de hecho fue su madre quien le inculcó a Lennon el gusto por la música e, incluso, le enseñó a tocar algún instrumento. El enorme amor que John siempre tuvo por su madre compitió muy de cerca con el que tuvo por su tía Mimi, que lo había criado: años después, cuando fue nombrado Miembro del Imperio Británico junto con los otros tres miembros del grupo, John regaló la condecoración a su tía, quien la tuvo en su propiedad con gran orgullo (colgada en la pared, sobre el televisor) hasta su muerte.
Cuando John tenía diecisiete años, su madre murió en un accidente de tráfico, atropellada por un policía ebrio. Este hecho causó en Lennon un trauma del que nunca llegó a recuperarse, que reflejaría por ejemplo en dos de sus composiciones, “Julia” (1968) y “Mother” (1970), en la que entremezcla el dolor por la pérdida de su madre cuando más la necesitaba y el abandono por parte de su padre. De éste no volvería a saber hasta que, habiendo alcanzado ya fama mundial con The Beatles, reapareció en su vida cuando trabajaba de camarero en un hotel. John aceptó el reencuentro con alegría y se ocupó de él económicamente hasta su fallecimiento (en la citada “Mother”, Lennon canta “Father, you left me, but I never left you…”, “Padre, tú me abandonaste, pero yo nunca te abandoné a ti…”).
Cuando John tenía diecisiete años, su madre murió en un accidente de tráfico, atropellada por un policía ebrio. Este hecho causó en Lennon un trauma del que nunca llegó a recuperarse, que reflejaría por ejemplo en dos de sus composiciones, “Julia” (1968) y “Mother” (1970), en la que entremezcla el dolor por la pérdida de su madre cuando más la necesitaba y el abandono por parte de su padre. De éste no volvería a saber hasta que, habiendo alcanzado ya fama mundial con The Beatles, reapareció en su vida cuando trabajaba de camarero en un hotel. John aceptó el reencuentro con alegría y se ocupó de él económicamente hasta su fallecimiento (en la citada “Mother”, Lennon canta “Father, you left me, but I never left you…”, “Padre, tú me abandonaste, pero yo nunca te abandoné a ti…”).
En 1980, Lennon sacó a la venta su esperado regreso: Double fantasy, que se abría con el tema “(Just like) starting over”. Fue tal el éxito que Lennon regresó al estudio para grabar un segundo álbum inmediatamente: Milk and honey. Sin embargo, el trabajo y la vida de Lennon se verían interrumpidos por su asesinato el 8 de diciembre de ese año, mientras volvía paseando a su apartamento del Edificio Dakota, acompañado de Yoko, tras una sesión de grabación, a manos de Mark David Chapman, un fanático que disparó cinco veces sobre el cantante con un revólver. Cuatro de las balas alcanzaron en la espalda de Lennon, que moría en brazos de su esposa minutos después, a las 23:15, en un coche patrulla de la policía camino del hospital.
Madre
Madre, tu me tuviste,
pero yo nunca te tuve.
Yo te quize, pero tu no me quisiste.
Por eso tengo que decirte
Adios, Adios.
Padre, tu me dejaste,
pero yo nunca te dejé
Yo te necesite, pero tu no me necesitaste.
Por eso tengo que decirte
Adios, Adios.
Hijos, no hagan lo que yo hice
No pude caminar asi que traté de correr.
Por eso tengo que decirles
Adios, Adios.
Mamá, no te vayas.
Papi, regresa a casa.
Via:blogantiheroes
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