lunes, 1 de septiembre de 2008

Arte: ¿es caro?

El magnate norteamericano Paul Getty –creador de la compañía Getty Oil y fundador del Museo Getty de California– aseguró haber ganado más dinero con las obras de arte que con el petróleo. Y no es una excepción. Como él, numerosos empresarios han encontrado en el mercado del arte su negocio más rentable. En los últimos años, la evolución de este sector ha sido espectacular; el informe The International Art Market. A Survey of Europe in a Global Contex, elaborado por la Dra. Clare McAndrew, economista especializada en el mercado de las bellas artes, muestra cómo el valor de las ventas en este mercado global ha aumentado un 95% en tan sólo cinco años, de 22.200 millones de euros en 2002 a 43.300 millones en 2006,la cifra total más elevada jamás registrada. Las nuevas potencias económicas también participan de esta tendencia mundial incrementando sus ventas a un ritmo vertiginoso. China, por ejemplo, se ha convertido en muy poco tiempo en el cuarto mercado global, con una cuota del 5% en términos de valor, sólo por detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Además, ocho de los diez cuadros más caros de la historia se han vendido precisamente en el período 2002-2006, haciendo de cada nuevo récord un mito y un espectáculo mediático merecedor de grandes titulares en la prensa internacional. Un recorrido por este prestigioso “top ten” muestra los secretos de las obras maestras más caras de todos los tiempos.
Las mas  caras
El ranking de las obras más caras está encabezado por uno de los artistas norteamericanos más valorados y con más proyección, Jackson Pollock. Un lienzo abstracto titulado Number 5 (1948), de 2,66 m. de alto y 1,03 m. de ancho, realizado en 1948, fue vendido mediante una transacción privada por el coleccionista y productor musical y cinematográfico David Geffen al multimillonario mexicano David Martínez por 140 millones de dólares (109 millones de euros) en 2007. La figura de Pollock cuenta con una serie de características únicas que le convierten en un “superventas”. Tuvo una vida breve –tan sólo 44 años–, es decir, realizó un número de pinturas limitado. Está rodeado de una gran leyenda –neurótico, loco, atormentado, borracho, solitario…– pero, aún así, fue un referente en su tiempo liderando la corriente del Expresionismo abstracto e influyó en el devenir de la historia del arte inventando una nueva técnica conocida, desde entonces, como dripping (que consiste en dejar gotear o chorrear la pintura desde un recipiente con el fondo agujereado o desde un palo, espátula, pincel...). Utilizó, por primera vez este recurso en 1947 para sustituir a la pincelada, casualmente un año antes de realizar Number 5, la obra más cara de la historia... por ahora.
El mismo vendedor, David Geffen; el mismo movimiento, Expresionismo –abstracto el primero, figurativo el segundo– y el mismo país, Estados Unidos. Está claro que la hegemonía norteamericana en la compraventa de arte no es un hecho aislado. Son los dueños del 46% del mercado global, es decir, están presentes en la mitad de las operaciones que se realizan anualmente en el sector.
Woman III (1952-53), un óleo sobre lienzo donde Willem de Kooning retrata de cuerpo entero a una corpulenta mujer en tonos azules y ocres, fue vendido al magnate Steve Cohen por 137,5 millones de dólares (107,2 millones de euros) en noviembre de 2006, también a través de una transacción personal. Se trata del único lienzo de la serie “Womans” del pintor neerlandés nacionalizado estadounidense que se encuentra en manos privadas –Woman I y Woman II son propiedad del Museo de Arte Moderno de Nueva York–. Woman III tiene el privilegio de ser, actualmente, la segunda obra más cara de todos los tiempos.
Klimt y Picasso, los más grandes
Sin duda, los verdaderos protagonistas del mercado. Gustav Klimt y Pablo Picasso son, hoy por hoy, los únicos pintores que poseen dos obras en esta prestigiosa lista. Curiosamente, las cuatro están realizadas en óleo sobre lienzo y pertenecen al género del retrato.
135 millones de dólares fue la cantidad que desembolsó, en junio de 2006, el empresario de cosméticos Ronald S. Lauder por el retrato de Adele Bloch-Bauer (1907) de Klimt, la obra maestra del siglo XX austriaco, situándose, así, en una notoria tercera posición. Este lienzo fue incautado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial por ser considerado “arte degenerado” y devuelto a la sobrina de la retratada tras siete años de batalla judicial con el Gobierno austriaco. El éxito de esta pintura hizo que Adele decidiera volver a posar para Klimt cinco años después. El resultado fue Adele Bloch-Bauer II (1912), subastado en la sede de Christie ´s en Nueva York por 87,9 millones de dólares y situado, desde noviembre de 2006, en el sexto lugar entre los más caros.
Para ver a Picasso hay que esperar hasta los puestos cuarto y quinto, donde se encuentran, respectivamente, Niño con Pipa (1905) y Dora Maar con gato (1941). El primero, perteneciente a la época rosa del pintor malagueño, muestra a un melancólico joven parisino que alcanzó, en mayo de 2004, la cifra de 104,2 millones de dólares en una subasta de Sotheby´s en Nueva York. El segundo, un retrato de quien fuera su compañera sentimental durante siete años, la fotógrafa y pintora Dora Maar, fue subastado en la misma casa por 95,2 millones de dólares.

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