La Mona Lisa es probablemente el cuadro más famoso del mundo y nunca se pudo determinar quién fue la modelo. Se ha hablado de la esposa de un comerciante florentino hasta la madre de Da Vinci. La noción de que se trata de un autorretrato es algo que da vueltas desde hace tiempo y que divide a los eruditos. Abundan las teorías. Hay quienes dicen que a Da Vinci le gustaban las bromas y los misterios y que tal vez por eso ocultó su identidad detrás de la misteriosa sonrisa; otros afirman que Da Vinci era un homosexual y que pintó a un amante andrógino, con aspecto de mujer. Algunos colocaron un análisis digital de un autorretrato de Da Vinci sobre la Mona Lisa y dicen que los rasgos faciales encajan a la perfección. Vezzosi cree que será difícil confirmar la identidad de Da Vinci mediante análisis de ADN pues no se sabe de ningún descendiente directo del artista ni se conocen tumbas de familiares directos. Gruppioni aduce que el ADN de los huesos se puede comparar con muestras halladas en otros sitios, incluidos los cuadros, aunque admite que eso no será fácil. Un estudio de los huesos puede ayudar a determinar si los restos son de un hombre o una mujer y si falleció a temprana edad o no. “Pero para tener certeza, hace falta el ADN”, admitió Gruppioni. Los expertos pueden buscar asimismo otros elementos que den pistas sobre la causa de la muerte.
En el mejor de los casos, si el cráneo está bien preservado, se hará una tomografía computarizada y se reconstruirá el rostro, indicó Francesco Mallegni, profesor de antropología especializado en la reconstrucción facial. Vezzosi dice que la mayoría de los expertos cree que la modelo fue la concubina del patrón del artista, el noble florentino Giuliano de Medici, o Lisa Gherardini, esposa de un rico comerciante, Francesco del Giocondo. Siempre se ha dicho que el nombre del cuadro alude a esta última, lo mismo que el nombre con que se la conoce en Italia, “La Gioconda”.
Via:laprensa
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